La reunión en casa con amigos y familia en épocas de fiesta son momentos inolvidables. Se prepara un menú abundante para que nadie se quede con hambre: vitel toné, peceto, rodajas de pavo, pollo, ensalada rusa y langostinos son algunos clásicos. Pero… ¿qué hacemos con las sobras?
• 1 Las carnes rojas.
Lo más fácil es llevar los restos al freezer y descongelar de a poco para comer al plato o en sándwich. Esta va a ser la mejor opción para el vitel toné. Otra forma más original de comer los restos de carne es cortarla en tiras, saltearla con morrón y cebolla y utilizarla como relleno de fajitas. También se la puede empanar y servir como milanesa.
• 2 Aves.
Con el pavo o el pollo se puede hacer una ensalada César. Otra opción es preparar un salpicón: cortar en tiras el pavo sobrante y servir como ensalada, mezclada con tomate, remolacha, lechugas y rabanitos. Lo mismo se puede hacer mezclando tiritas de pollo con fideos. A esta mezcla se la cubre de salsa blanca y se gratina en el horno con abundante queso.
• 3 Ensaladas.
Cuando están condimentadas son difíciles de salvar, por eso se recomienda que cada uno la prepare en su plato. La ensalada rusa, en cambio, se puede reutilizar. Para eso es necesario cortar algunos tomates perita por la mitad y rellenarlos con el resto de la ensalada mezclada con atún. Si sobra ensalada de tomate sin condimentar se puede mezclar con huevos y queso, y hacer un omelette. Si sobra ensalada de repollo, se la puede hervir con un poco de vinagre y azúcar y servir con salchichas.
• 4 Quesos y picada.
Si de la entrada sobraron varios quesos, podés comprar algunos más y hacer una fondue. Vas a necesitar tres o cuatro variedades de queso; 400 gramos de cada uno. También un diente de ajo para frotarlo en la cacerola, y 300 ml de vino blanco. Después de rallar todos los quesos y cocinarlos con el vino y la pimienta, podes levantar el queso con algunas otras sobras de Navidad: pan, uvas, rabanitos, salchichitas, pasas de uva y tomates cherry. Si sobró jamón cocido y jamón crudo, una alternativa es servirlos como bruschettas untadas con queso crema y rúcula.