Secretos de cocina

Preparamos 5 opciones de salsas que acompañan con gracia carnes, papas, panes, galletas y tostadas.

Deliciosos dips

Preparamos 5 opciones de salsas que acompañan con gracia carnes, papas, panes, galletas y tostadas.

Se conoce como “dip” a las salsas para mojar que son de consistencia sólida o cremosa. La cocina india, la española, la mexicana y la árabe poseen una amplia cultura sobre este tipo de preparación. Aunque puede utilizarse como acompañamiento de carnes y pescados, los dips generalmente se combinan con panes, tostadas y galletas que se consumen con la mano. A continuación, ofrecemos algunas  opciones fáciles de preparar en casa:

• 1. Alioli. Colocar en la procesadora una yema de huevo, una cucharada de vinagre de vino blanco (que se puede reemplazar por una de jugo de limón), dos dientes de ajo pelados, sal y pimienta. Con la máquina en funcionamiento, agregar cinco cucharadas de aceite de oliva y luego cinco cucharadas de aceite de girasol. Procesar y servir.

• 2. Hummus. Dejar en remojo durante la noche un puñado de garbanzos y cocinarlos al día siguiente. Colocar los garbanzos cocidos (o de lata) en la procesadora con un poco del jugo de cocción (siempre menos cantidad de líquido que de garbanzos). Sumar dos cucharadas de aceite de oliva o de girasol, sal y una cucharadita de jugo de limón. Procesar hasta lograr la mezcla. Servir y colocar por encima pimentón y aceite de oliva.

• 3. Pasta de berenjena. Cocinar la berenjena con su piel sobre la hornalla. Una vez que esté blanda (y la cáscara bien quemada), retirarla y pelarla. Colocar en la procesadora con medio diente de ajo, una cucharada de jugo de limón, una de aceite de oliva y sal. Procesar y servir.

• 4. Guacamole suave. Pelar dos paltas, apisonarlas y colocarlas en un bol con el carozo. Cortar en cuadrados pequeños una cebolla y un tomate. Retirar el carozo del bol, colocar la cebolla, el tomate y un chorrito de jugo de limón. Se integra todo con una pizca de sal y cilantro picado (opcional).

• 5. Remolacha y queso. Hervir un bulbo de remolacha. Cuando esté cocido (es decir, cuando se lo pueda pinchar fácilmente con el tenedor) retirar del fuego, pelarlo y colocar en una procesadora con 200 gramos de queso untable y cuatro cucharadas de queso de rallar. Agregar una cucharada de oliva, procesar y servir.

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