Víctor Hugo Morales suele utilizar una muletilla para demostrar su pulsión por recorrer las salas de espectáculos del mundo y también de la Argentina: “El arte salva”. Del mismo modo, la recomendación abarca a los museos, bibliotecas, pinacotecas, galerías, colecciones, exposiciones y la visita a toda sala donde haya una expresión artística. Claro que la pandemia de la covid-19 cambió muchas de nuestras costumbres cotidianas. Por supuesto que una de ellas es la tradicional recorrida por los museos. Pero apenas se conocieron las condiciones de cuarentena en casi todo el planeta, las administraciones de los museos renovaron y adecuaron las posibilidades de realizar paseos virtuales. En esta oportunidad, justamente acompañaremos el trayecto vía web por varios de ellos.

✓ Opción 1: es posible visitar, por ejemplo, el tan porteño Museo de Bellas Artes, que en su página web (bellasartes.gob.ar) invita a explorar su “colección digital con más de 2500 obras, donde encontrarás imágenes en alta definición, textos, audios y recorridos sugeridos”. El afamado museo, con más de 120 años de historia, alberga arte argentino e internacional, de todos los períodos, con obras de Paul Gauguin, Vincent van Gogh, Pablo Picasso, y Marc Chagall, así como también de Cándido López, Xul Solar, Raquel Forner, Grete Stern, Antonio Berni, Alicia Penalba, Marta Minujín, Pedro Figari, Joaquín Torres García y Tarsila Do Amaral, entre otros.

Se sugieren recorridos por el arte pop en la Argentina, la abstracción experimental; desnudos académicos y realistas a lo largo del siglo XIX; las mujeres artistas con pinturas, esculturas y fotografías, desde el siglo XIX hasta la década de 1960; o la colección de Auguste Rodin, cuyas obras son una invitación a reflexionar, al tiempo que también lo son las grandes obras del impresionismo, que incluye a artistas como el propio Van Gogh o Édouard Manet, Claude Monet, Camille Pissarro, Edgar Degas, Henri Toulouse Lautrec y Martín Malharro, entre otros.

✓ Opción 2: otra alternativa es el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), que expone sus obras en redes sociales, a través del hashtag ‘MalbaVirtual’, o en su página (malba.org.ar). Por ejemplo, se puede realizar una recorrida en entregas para conocer el universo de Remedios Varo, o un “Detrás del Malba”, en el que se muestra el proceso de montaje de una exposición, las tareas de conservación y restauración de algunas obras o el paso a paso de la proyección de un film en 35 mm.

También se permite navegar por las obras de la colección del establecimiento, leer fichas técnicas completas y textos académicos, e incluso insertarse en la cartelera de una variada y siempre interesante colección de films. Con los libros de su biblioteca, los ciclos de lectura y las clases magistrales para grandes y chicos ocurre lo mismo.

✓ Opción 3: en todo el mundo sucede de un modo similar. Tal vez uno de los más famosos y visitados sea el Museo de Louvre (Louvre.fr), con su obra estrella, la Mona Lisa o Gioconda, de Leonardo da Vinci, y muchas otras dedicadas al impresionismo, a la arqueología y a las artes decorativas. Además, su web ofrece tours virtuales por antigüedades egipcias, por los restos del foso del museo y por la Galería de Apolo, realmente espectaculares, donde el “visitante” disfruta como si estuviese dando el paseo por sus pasillos.

✓ Opción 4: el Museo del Prado, que se levanta en Ruiz de Alarcón 23, en pleno Madrid. Una de las pinacotecas más fabulosas del planeta, con sus 16.028 piezas. Se puede ver la colección completa a través de Internet (museodelprado.museumsmadrid.org/) que, además, se desgrana con descripción, contexto de la época o autoría las obras completas de pinturas de El Greco, Diego Velázquez o Francisco de Goya (escuela española), de Tiziano (italiana), y de El Bosco y Rubens (flamenca), entre otros, así como valiosísimas piezas de escultura, dibujo y artes decorativas. Un agregado clave que es otra joya: la posibilidad ver al detalle cada pincelada del lienzo gracias a un potente zoom y descargar buena parte de esta información.

✓ Opción 5: el Museo de Anne Frank, en su locación original, en Westermarkt 20, de Ámsterdam, Holanda (annefranl.org), o en su versión porteña, en Superí 2647, (centroanafrank.com.ar), muestran la colección de artículos originales relacionados con la historia de la niña que se ocultó de la persecución nazi con su familia y ocho personas en el ático y el desván de su casa, con el aporte excepcional de piezas de parte de Otto Frank, el padre de Ana.

En definitiva, son paseos artísticos con un atractivo muy particular, casi como insertarse en una ficción, y hacerlo en casa como si estuviéramos en los museos, en soledad o también en familia.