Estar bien

Aprovechar los nuevos ritmos de vida para sostener o comenzar una rutina de ejercicios.

Que la actividad física no te falte

Aprovechar los nuevos ritmos de vida para sostener o comenzar una rutina de ejercicios.

Al aire libre, en casa, frente a una pantalla o siguiendo una rutina mental propia. No importa cómo, lo que se impone es hacerla. ¿De qué hablamos? De la actividad física. Para muchos es ese momento de descarga y liberación en el que dejan atrás sus preocupaciones; para otros, un peso que arrastran y hacen a desgano. Sin embargo, el momento en que logramos conectar con una rutina y empezamos a ver sus resultados genera un gran entusiasmo.

En este año, que fue y sigue siendo diferente a los demás, el ejercicio tomó un rol sumamente relevante; tanto que hasta se convirtió en el momento de encuentro para amigos y familias. ¿Qué cambió? Que por primera vez probamos todos hacerlo de modo virtual.

Arrancamos el Aislamiento Social, Productivo y Obligatorio (ASPO) con una cantidad enorme de oferta de actividad física y derivados. Se sentía un gran entusiasmo, gente que participaba activamente, y hasta mucho más que en lo cotidiano antes de la pandemia”, cuenta Mariana Lanza, profesora nacional de Educación Física y licenciada en Nutrición.

Tal como cuenta la profesional, el número de quienes se preocuparon por sostener una rutina de ejercicios crecía como nunca. Algunos para ocupar el tiempo, otros para mantenerse en forma, otros por algún tema de salud o quizás estético.

Sin embargo, iniciar sin control o sin conocer qué actividad es adecuada para cada uno puede tener riesgos. “En principio, a muchos profesores, entrenadores y profesionales de la salud, ese entusiasmo desmedido nos preocupaba. ¿Por qué? Por la posibilidad inminente de lesiones o situaciones de sobreentrenamiento. Esto debido a la gran demanda y consumo de estas actividades; en la mayoría de los casos con una frecuencia y volumen superiores a la práctica habitual”, relata Lanza.

Beneficios integrales

Un gran porcentaje de la población no reconoce otro beneficio de la actividad física que no sea el cambio estético. Si entendiéramos a la actividad física como nuestra gran compañera de vida saludable, dejaríamos de entrenar por obligación y pasaríamos a disfrutar de la actividad que realicemos”, detalla Juan Di Martino, profesor de Educación Física y dueño del gimnasio Crossforce.

Según este profesional, es importante aclarar que realizar actividad física a diario no solo mejora nuestro sistema inmune, sino que reduce los riesgos de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión; mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético; y por lo tanto, fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso (no por una estética corporal, sino por un hábito saludable).

Disfrutar de la actividad va a hacer que logremos ser más constantes y, entrenamiento a entrenamiento, iremos mejorando nuestra salud. Por eso sugerimos que realices una actividad donde vos te sientas cómodo y, por sobre todo, disfrutes de lo que estás haciendo. Ese va a ser tu primer estimulante para seguir entrenando”, suma Di Martino.

La tecnología, la aliada

Una forma de poder seguir el avance en el entrenamiento es contar con apps que puedan ir guardando y analizando nuestros datos. Por supuesto, las hay a montones en el Play Store, y algunas hasta interactúan con dispositivos como smartphones, relojes y hasta con las cintas de correr o las bicicletas fijas.

¿Cómo elegir la más apropiada? Para esto, los entrenadores pueden ofrecer su opinión y, además, enseñar qué datos son más importantes según el plan o los objetivos de cada uno.

Otro aspecto a tener en cuenta es que algunas aplicaciones pueden servir para “degustar” ciertas disciplinas. Por ejemplo, si nunca hiciste yoga, quizá sea un buen momento para tomar algunas clases con una app, y luego pasar a otra instancia, ya acompañado por un profesional.

Cómo sumar  motivación

• Establecer objetivos alcanzables: proponete objetivos reales y pequeños, para así alcanzar grandes metas.

• Mantener rutinas: ordená tu día, con horarios y actividades a realizar. De este modo, podrás dedicarle el tiempo adecuado y necesario a cada una de ellas.

• Elegí una actividad o entrenamiento que te guste hacer: que sea atractiva para vos, y no una obligación o un momento tedioso. Es fundamental la adherencia para poder sostenerla.

El plan, la clave

Ahora bien, como dijimos, este es un año raro, y por eso se volvió indispensable sostener la motivación. Y para esto, registrar las mejoras corporales y en los estados de ánimo resulta fundamental.

Con esto en mente, según consejos de Lanza, es imperativo tener un plan de entrenamiento adaptado a los objetivos y posibilidades de cada persona. “Es muy importante entrenar con profesionales idóneos. Buscá que siempre tu entrenamiento, clase o actividad esté asesorado y con el seguimiento de un especialista para cualquier actividad física o entrenamiento que quieras realizar”, fuerza Lanza.

Pero, para hacer la actividad en casa se requiere cumplir con otros factores, como destinar un espacio del hogar para hacerlo, y que tengas ahí tu equipamiento. Incluso, si vivís con otras personas, es bueno tener la precaución de avisar si no querés que te interrumpan.

Otro punto a favor de la actividad corporal es que podemos hacerla en grupo o en compañía, y se genera así un momento de encuentro (algo que tanto extrañaron muchos). “La práctica de actividad física, como tantas otras, en compañía, es más motivadora, divertida y llevadera. Así que llamá a un amigo, pariente o compañero de trabajo y animate a empezar una rutina”, alienta Lanza.

Descansar también es parte de la rutina

Según la OMS, el descanso se adapta a las necesidades del cuerpo. Se considera saludable a aquel que se lleva a cabo durante el rango horario de seis a ocho horas.

“Uno de los beneficios que brinda la actividad física es optimizar el descanso; en consecuencia, también mejorará nuestro rendimiento físico”, agrega Di Martino.

Por supuesto, cuando los resultados se ven rápidamente, eso alienta mucho más el seguir un entrenamiento. Por eso, según Di Martino, es necesario “sumar a la actividad física una alimentación saludable. Eso sí, es importante visitar a un profesional de la alimentación, que realizará estudios sobre tus ingestas y te recomendará qué es lo que más saludable para cada uno. Hay que recordar que el cambio estético es secundario, lo principal es generar hábitos de salud”.

Para lograr ser perseverantes en la actividad física, hay que ser realmente conscientes de los beneficios que nos produce; si queremos mejorar nuestra calidad de vida, solo tenemos que enfocarnos en tres pilares: alimentación saludable, actividad física y descanso”, concluye Di Martino.

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