Para conocer

SAN PEDRO

Ideal para desenchufarse, pudiendo zambullirse en la historia de la Vuelta de Obligado.

SAN PEDRO

La ciudad que huele a Jazmines y Naranjos

Ideal para desenchufarse, pudiendo zambullirse en la historia de la Vuelta de Obligado.

Es una opción ideal para desenchufarse, por su tranquilidad, su belleza, las alternativas naturales y rurales durante todo el año, junto con la posibilidad de zambullirse en la historia de la Vuelta de Obligado.

Las amplias calles del casco histórico parecen extraídas de un cuento, y el aire produce una agradable sensación porque en él se mezcla el aroma a tilos, a jazmines y naranjos. No se puede menos que sonreír y sentirse muy a gusto. Es un símbolo que retrata a San Pedro. La ciudad que se encuentra a orillas del río Paraná y a solo 164 km de la CABA y a 140 de Rosario, se ofrece como un cable a tierra para quienes provienen de las grandes moles de cemento. Y por supuesto, con el especial agregado de ser el epicentro de insuperables ensaimadas.

Parroquia Nuestra Señora del Socorro.

“Naturaleza cómplice…”, “Dejarte abrazar…”, “Conectate con la naturaleza” son, desde hace tiempo, tres de las frases que se utilizan para auspiciarla como una muy buena opción turística y remarcar que ofrece mucho más que el colorido de la ciudad y sus barrancas desde donde las vistas son impactantes, ya que se observa la laguna el Paraná, sus islas y la avenida costera. Las tardes de invierno son muy especiales. Y en un extremo, el Vía Crucis de las Barrancas, un espacio que funciona como anfiteatro, plaza y mirador, junto con las catorce placas de yeso sobre el relato bíblico que culmina con la crucifixión de Jesús, obra del escultor Carlos Ferrari.

El río encabeza un amplio abanico de alternativas para los amantes de la pesca deportiva durante todo el año: sobresalen especies como truchas, mandubá, dorados, salmón de río y surubí. La pesca se puede realizar desde la costa o desde algunas islas del lado de Entre Ríos; se recomiendan especialmente las salidas de riachos y arroyos, donde por lo general se encuentran también mojarras, sábalos y bagres. Pero también es interesante navegar por el Paraná y llegar al Paseo de los Túneles, que une tres hitos más importantes de los orígenes industriales de la ciudad: la alcoholera La Estrella, los Ferrocarriles y Elevadores Depietri y el Puerto de San Pedro.

Son muchas las tentaciones que ofrece Rincón de San Pedro Dávila de los Arrecifes, tal como es su nombre completo. Por caso, la reserva forestal emplazada entre el arroyo Los Cueros y la ribera del Paraná. Allí el visitante podrá vislumbrar la exuberante variedad de aves y fauna regionales y también el bosque de Temberatí, donde habitan especies como ombúes, espinillos, sombra de toro, chucupí y centenarios algarrobos blancos.

La campiña.

Sin duda que muchos llegan a San Pedro atraídos por La Campiña, el predio de los periodistas Mónica Cahen D’Anvers y César Mascetti: las plantaciones de naranjos, duraznos, la huerta, el vivero y el galpón son recorridos cotidianamente por miles de personas que, además, pueden saborear exquisiteces en su restorán, disfrutar de un día de campo y llevarse recuerdos, fotos, frutas y productos regionales como dulce de leche, chacinados, quesos, nueces y conservas, entre otros. Además, un video muestra la historia del emprendimiento.

El Museo Pato Morresi es un lugar extraordinario para los amantes del automovilismo, erigido en homenaje al ídolo local muerto en un accidente de carreras en 1994. Pero también hay otros sitios, como la Casa-Museo “Fernando Curten”, el Museo Paleontológico, el Parque Artístico El Sueño del Tano, los espacios culturales y artísticos como la Sala Cuarta Pared “La casa del teatro independiente”, El Viejo Astillero y la Biblioteca Popular Rafael Obligado. Así como la parroquia Nuestra Señora del Socorro y otros paseos muy recomendables: la Escalera de las flores, el Complejo Turístico Municipal, los muchos viveros de la ciudad, el Skatepark público, el “túnel verde” de Ingeniero Monetto y la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez. Durante todo el año, la zona ofrece alternativas deportivas, incluso desafiantes, como mountain bike, cabalgatas; canotaje, trekking, vuelos de bautismo, safaris fotográficos, excursiones de ecoturismo, campamentismo y visitas guiadas.

Vuelta de Obligado.

En épocas exentas de restricciones sanitarias o de otro tipo, durante todo el año se despliega una amplia agenda de espectáculos y fiestas como la de las Colectividades, la Fiesta de La Ensaimada o el prestigioso San Pedro Country Music Festival, que para setiembre de este 2020 tiene programada su 18ª edición. El año pasado se prolongó por casi 40 horas con la participación de 83 bandas que regocijaron a los 60 mil personas que concurrieron al Paseo Público de una ciudad que en esa oportunidad vio casi completa su capacidad hotelera. Una más de las múltiples tentaciones que ofrece una hermosa ciudad.

Historia que late

Enmarcados por una hermosa campiña, encontramos villas y parajes rurales cercanos a San Pedro que merecen ser conocidos. Algunos de ellos son Santa Lucía, Gobernador Castro, Río Tala, Pueblo Doyle, Ingeniero Moneta, El Descanso, Almacén Beladrich, Almacén Tablas, La Buena Moza, Villa Jardín… Y por supuesto, el paraje y sitio histórico Vuelta de Obligado, uno de los lugares más emblemáticos por la belleza de su paisaje y la riqueza de su historia: allí, en lo que es hoy un parque natural, tuvo lugar la Batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845, y desde 2010, se erige el Monumento de Las Cadenas, la obra que durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, se le encargó al artista plástico Rogelio Polesello. Y a pocos kilómetros se encuentra el castillo que perteneciera al poeta Rafael Obligado.

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