Si bien es cierto que muchas veces debemos hacer malabares para cumplir con todas las obligaciones económicas diarias, algunas deudas que podemos llegar a contraer son simplemente consecuencia de ciertos malos hábitos financieros de los cuales no podemos desprendernos.
Gastar más de lo que ganamos, pensar que un “plástico” no es dinero, o simplemente pagar con tarjeta cuando contamos con el dinero en efectivo son algunas acciones cotidianas que tienen graves consecuencias.
Pero no vamos a llorar sobre la leche derramada. Ahora es momento de ponernos en acción y eliminar esas fastidiosas cuentas de nuestras vidas.
Es importante contabilizar cuáles son nuestras deudas pendientes. Seguramente muchas provengan de tarjetas de crédito, préstamos pedidos para pagar otras cuentas o algún crédito a largo plazo, como pueden ser los hipotecarios o los automotrices.
Es importante saber cuál es el capital pendiente y cuál es el interés que estamos pagando cada vez que nos atrasamos en alguno de esos pagos. De esta manera podemos establecer prioridades a la hora de comenzar a licuar esa deuda y estaremos más atentas antes de hacer un gasto.
Para ayudarnos a dejar nuestras cuentas en cero, deberemos recurrir a ese pequeño ahorro que debimos haber podido hacer si seguimos el presupuesto que realizamos a principio de año. Ahora llegó el momento de usar ese capital.
La fórmula es simple: empezar por aquel gasto que nos sea más simple de saldar, porque como siempre, en las finanzas todo consiste en seguir un plan y no alejarnos de nuestro objetivo.
Por ejemplo podríamos tomar la deuda más pequeña, independientemente del interés que tenga. Es probable que corresponda a alguna tarjeta de crédito. Si son varias, tomemos la de menor monto adeudado. Esa será la primera que habrá que eliminar.
De todas maneras, no dejemos de pagar el resto de las tarjetas; intentar cumplir con las demás. Eso sí, nada de pagar mínimos sino, al menos, más de la mitad de la cuota del mes. Caso contrario, no haremos más que alimentar nuestras deudas de manera sideral. anterior.
Considerando que aún queda una parte de esos ahorros, podemos seguir con algún otro ítem que esté dentro del alcance de nuestro plan mensual. No hace falta dilapidar los ahorros de una vez.
Por eso, no importa si liquidamos todas las deudas durante el mismo mes, también podemos esperar al siguiente. Ya para esa altura contaremos con parte de lo que ahorramos y los gastos e intereses que dejamos de pagar de nuestra tarjeta de crédito anterior.