Llega la época más linda del año. Esos días de calorcito que invitan a salir de casa, recargar pilas con un energizante baño de vitamina D y lucir shorts y minifaldas para que nuestras piernas cobren protagonismo. Ahora bien, ¿qué pasa cuando padecemos el problema de los pelitos encarnados? Este fenómeno es uno de los problemas de estética más comunes y molestos; sin embargo, tiene solución.
¿Por qué el vello se encarna?
Según los especialistas, este pequeño abultamiento –similar a un grano de acné– que contiene vello en su interior se debe a un “taponamiento” de los folículos pilosos que se llenan de células muertas y restos de sebo en su superficie. “Cuando el vello, en vez de crecer hacia arriba y hacia el exterior, no supera la barrera formada por la dermis, aparece esta problemática”, explica la dermatóloga Griselda Barrachina. Y asegura que, si bien cualquier persona puede padecer esta molestia en algún momento de su vida, hay algunas razones que hacen que este se encarne con mayor facilidad:
✓ Pelo más grueso o rizado: es habitual que este tipo de vello crezca en forma de tirabuzón, penetre en la piel y permanezca en su interior.
✓ Uso de pinzas o maquinitas de afeitar: cuando nos depilamos con afeitadoras de doble o triple hoja, estas tienden a sacar el pelo hacia atrás y cortarlo bajo la piel; así se interrumpe su trayecto normal de crecimiento.
✓ Depilación con cera: aunque no lo creas, este sistema es el que más vellos encarnados produce, ya que debilita las raíces de los folículos pilosos. El pelo queda entonces sin la fuerza suficiente para crecer y atravesar la piel.
✓ Sequedad de la piel: rasurar las piernas en seco o no hidratarlas habitualmente.
✓ Vestir ropa muy ajustada: los pantalones largos, las calzas y las medias ajustadas suelen apretar tus piernas. Esto dificulta la circulación e impide que el vello salga de la superficie.
Según la profesional, aunque se los considere inofensivos y aparezcan de forma esporádica en cualquier parte del cuerpo (desde la cara y el cuello, pasando por el pecho y brazos hasta muslos y piernas), los pelitos encarnados suelen causar inflamación, enrojecimiento, dolor, sensibilidad, oscurecimiento del tejido, lesiones con pus similares a las ampollas, sensación de comezón y otros síntomas incómodos en la piel.
“El cuidado no solo debe relegarse para la primavera o el verano”.
¿Cómo combatirlos?
1. Cuidá tu piel a diario: limpiarla, hidratarla y exfoliarla ayudará a eliminar la suciedad y las células muertas. Para ello, podes usar bicarbonato de sodio o sal marina que, a su vez, mejorará la circulación de tu cuerpo.
2. Ablandá la zona afectada: la aplicación de una compresa tibia tiende a suavizar los tejidos alrededor de la inflamación. Esto favorece la extracción del vello incrustado ya sea con una pinza de depilar o con una leve presión con los dedos.
3. Usá vinagre de manzana o té negro: los ácidos orgánicos que contienen estos productos ayudan a regular el PH de la piel y disminuyen la inflamación causada por este problema. Su aplicación directa ablanda la protuberancia y ayuda a remover los residuos que impiden el crecimiento del vello hacia el exterior.
4. Evitá la cera caliente: como ya dijimos, este método debilita las raíces de los folículos y le resta fuerza al vello para salir al exterior. En caso de elegirlo, la cera no debe ser reutilizada.
5. Rasurá tus vellos en la misma dirección en que crecen: por lo general, los vellos de las piernas crecen hacia abajo, aunque quizá algunos sean la excepción. Cuando te afeitás en la dirección contraria, estos pueden quedarse en tus piernas, doblarse o rizarse.
6. Enjuagate después de cada rasurado: aunque sea molesto, limpiar tu piel y las hojas de la afeitadora después de cada pasada arrastrará la suciedad, restos de piel muerta o cualquier otro invasor microscópico que pueda dañarla.
7. Espaciá el tiempo de depilación: dejar vellos más largos es la manera más segura de prevenir pelos encarnados. Dale a tu piel un respiro, así puede recuperarse, ya que si te depilás constantemente solo lograrás irritarla cada vez más.
8. Usá cremas depilatorias: esta técnica actúa disolviendo los vellos que están debajo de la superficie de la piel, a diferencia de las afeitadoras, que dejan los vellos con bordes afilados.
9. No uses productos que contengan alcohol: el contacto del alcohol en tu piel puede provocar que tus poros se cierren aún más, y esto empeora la irritación.
10. Depilación láser: si ya probaste de todo y nada te da resultado, recurrí a este recurso para eliminar el problema de raíz. Sin dudas, esta técnica es el mejor remedio, porque no solo elimina progresivamente el vello, sino también mejora el aspecto y la elasticidad de la piel.
Piernas perfectas… ¡todo el año!
El cuidado no solo debe relegarse a los meses de primavera o verano, ya que es en los días más fríos cuando nuestra piel tiende a deshidratarse y resecarse más. Seguí estas propuestas:
✓ Hidratación: además de tomar dos litros de agua diarios, usá una crema humectante y aplicala con movimientos en forma de círculos para reactivar la circulación.
✓ Baños con agua tibia: cuanto más caliente esté el agua, mayor es la posibilidad de eliminar la capa de aceites esenciales y la humedad propia de la piel y resercarla.
✓ Spa de piernas: una buena exfoliación a diario previene la picazón y la descamación de la piel.
✓ Más ejercicio: una caminata de 30 minutos al día, correr o andar en bicicleta hará que tus piernas se vean más firmes y saludables.