¿Cómo cuidarnos?

Afecta a una de cada ocho mujeres. En el 95 por ciento de los casos tiene cura si se hace una detección temprana.

“Yo derroté al cáncer de mama”

Afecta a una de cada ocho mujeres. En el 95 por ciento de los casos tiene cura si se hace una detección temprana.


Octubre es el Mes Mundial de Concientización sobre el Cáncer de Mama. Con esta campaña se busca fomentar la detección precoz, lograr un mejor tratamiento y proveer cuidados paliativos para quienes lo padecen. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se diagnostican 1.380.000 nuevos casos y hay 458.000 decesos por cáncer de mama. Es la causa de mortalidad más frecuente en mujeres, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.

En esta nota, les queremos rendir un homenaje a las mujeres que luchan o lucharon por superar esta enfermedad. presentamos tres testimonios como muestra de que, con información, voluntad y contención se puede salir adelante y vencer a este temible fantasma.

Caso 1: “La vida me dio la oportunidad de volver a nacer”
Cuando tenía apenas 28 años, Camila F. se detectó un bulto en la mama izquierda. Había escuchado que eso era una señal de alarma y por eso fue rápidamente a la guardia de un hospital. Allí le indicaron hacerse una ecografía mamaria, y tuvo la suerte de que la médica que la atendió le diera los resultados en el momento, le hiciera una lista con los mejores mastólogos de Buenos Aires y no dejarse estar.

La biopsia reveló que tenía tres nódulos, uno de ellos, maligno; por lo tanto, era necesario tratarlo con rayos y una cuadrantectomía. En este tipo de cirugía se extirpa el cáncer y un poco del tejido que lo rodea, pero no la mama en sí. “Tenía mucho miedo de no poder tener hijos o de que se me cayera el pelo. Pero me dije a mí misma que quería vivir y saqué fuerzas para ponerme bien y pensar en positivo”, relata Camila con mucha emoción.

“Lloré, la peleé, y la ficha recién me cayó al año de haber pasado todo el proceso. Me cuestioné todo lo que me había pasado, y me di cuenta de que la vida me había dado la oportunidad de volver a nacer. Tuve una especie de revolución interna y me animé a cosas que antes ni intentaba por miedo a hacerlo mal, como cantar, hacer comedia musical o danza aérea. La enfermedad me cambió la cabeza y me ayudó a poderestar bien. Hoy, a los 32, me tomo todo en forma más tranquila, buscando disfrutar, haciendo mucho trabajo interno y dándole más importancia a lo espiritual”.

Caso 2: “Cuando las cosas van para atrás la energía se te va”

Para Patricia B. todo empezó en 2009, cuando detectó un bulto en una de sus mamas. Según los estudios, no había nada malo de ese lado, pero revelaron la presencia de un carcinoma intraductal en el otro pecho. Pasó por una primera cirugía en la que removieron el tejido enfermo. Al tiempo hubo necesidad de hacer una segunda intervención: una mastectomía bilateral profiláctica para eliminar riesgos de que la enfermedad se diseminara hacia otros tejidos.

En el quirófano intervino un mastólogo, encargado de retirar las glándulas, y un cirujano plástico, para implantar las prótesis en el caso de que el organismo y el estado de la piel de Patricia lo permitieran. Por suerte, todo salió como estaba planificado y se pudieron realizar las dos etapas. En aquel momento le ofrecieron asistencia terapéutica, pero consideró que no era necesario. De todos modos, admite que tuvo algún “brote” y que su marido tuvo que aguantarla llorando y peleándolo. “En mi caso, todo fue mejorando y las cosas nunca fueron para atrás. Cuando no es así la energía se te va”, reflexiona Patricia.

Caso 3: “Si se hace todo lo que corresponde, se sale adelante”

En diciembre de 2007, Elsa R. se hizo los controles anuales de rutina, que salieron normales. Pero a los dos meses, notó que su pezón izquierdo había adquirido un tono violáceo. La biopsia realizada luego de una punción determinó que tenía una de las variedades más virulentas de cáncer. “En ese momento tenía 73 años, y decidí que iba a hacer todo lo posible para curarme. Tiempo después, el oncólogo me dijo que ese tipo de tumor muchas veces es terminal y que él mismo, más de una vez, se había preguntado si yo podría superar la enfermedad”, comenta mientras se prepara para ir a su clase de yoga.

Elsa recuerda que hizo todo lo que indicaron los médicos. Admite que la disciplina la ayudó, y también el trabajo de los profesionales. “Hay que moverse, investigar, insistir, encargarse. Si se hace lo que corresponde, se sale adelante”, señala.

Una enfermedad peligrosa

La Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC) informa que una de cada ocho mujeres padece cáncer de mama en algún momento de su vida. Se trata de un tumor maligno en la glándula mamaria que invade los tejidos sanos y hasta puede alcanzar otros órganos. Es una enfermedad que se puede diagnosticar en forma precoz, antes de que se evidencien los síntomas.

LALCEC y la Sociedad Argentina de Mastología recomiendan realizar la primera mamografía a partir de los 40 años. En mujeres jóvenes y con mamas densas se puede complementar con una ecografía. Mientras más temprano se lo diagnostique, mayores son las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito: un cáncer de mama detectado en su etapa inicial se puede curar en el 95 por ciento de los casos. LALCEC informa que seguir hábitos saludables reduce en un 40 por ciento las posibilidades de contraer cualquier tipo de cáncer. Y sugiere: una alimentación saludable, que incluya frutas, verduras y cereales; protegerse del sol; evitar el sobrepeso; realizar actividad física en forma regular; no fumar; y evitar el consumo excesivo de alcohol. Las mujeres menores de 40 años deben hacerse una mamografía cada tres años, y anualmente a partir de esa edad. Todos los meses es importante hacerse el autoexamen palpándose los pechos y las axilas; en caso de tocar o ver algo raro, hacer una consulta urgente con el médico.

No solo los medicamentos curan

Está probado que, cuando un paciente con cáncer tiene una actitud positiva, aumentan sus posibilidades de curarse. Para aliviar el sufrimiento emocional se puede recurrir a tratamientos paliativos que brindan apoyo a las necesidades físicas o emocionales. Estos pueden estar a cargo de un psicólogo que cubra las necesidades emocionales del enfermo de cáncer, o de un consejero que atienda las cuestiones espirituales o relacionadas con la fe.

La combinación de cuidados paliativos, una buena actitud y un buen manejo del aspecto oncológico son la combinación óptima para darle batalla a esta enfermedad temible, pero casi siempre curable.

Aplicación solidaria

» Para hacer un aporte valioso a la sociedad, a fines de 2015, LALCEC lanzó una herramienta muy valiosa, denominada Hope App. Es una aplicación gratuita que desarrolló la entidad para vincular a personas que combatieron y superaron la enfermedad con pacientes que están en tratamiento.
» Estos pueden recibir ayuda o consejos para superar sus miedos, despejar dudas y tener evidencia de que se puede vencer la enfermedad. También se invita a participar a familiares y amigos de ambos grupos, ya que se los considera parte fundamental en el proceso terapéutico.

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