El día gris colabora con el plan puertas adentro. Tirada sobre la alfombra del living, despliega su colección de libros de moda y arte y revisa viejas revistas con su firma, para contar un poco más sobre su historia.
Marou Rivero -apodo de Mara, elegido por un amigo francés- se hizo su nombre hace tiempo. Y su camino también. Es una «chica lunar» multitasking: socióloga, pionera blogger,influencer en redes, columnista de tele (en Pura vida, cada día, en la TV pública) y un alma viajera e inquieta que explora, conoce y descubre culturas y paisajes para sentirse parte del lugar que visita.
Pero cuando está de local, en este PH que alquila con su novio, Fede, el ritmo se suaviza y encuentra su refugio, casi como un mandato de su instinto. «Es una casa muy italiana desde el color, las formas y el uso», dice. Ellos reciben, comparten e integran con buen vino, música, juegos de mesa y mucha charla.
Pero también buscan ese espacio de a dos, tan necesario para conectarse. Sus preferidos: pelis con pochoclo casero o helado como un cliché que no falla, su playlist «Mates en Palermo», inspirada en la casa, o largas horas de lectura en voz alta, una vez cada uno: «Leerle al otro es una actividad que te cambia la vida».
Huella personal
El escritorio con salida a la terraza es el espacio donde escribe, colorea y despliega su lado más lúdico. Vicente, su gato azabache, ahí también tiene su trono: una silla americana vintage, para estar siempre cerca.
Entre sus objetos preferidos: lámpara-display de lápices (Mora Verón), snowball de Hollywood y tortuguita mexicana, que la acompaña desde hace diez años.
La compré en la ruta de artesanos de Oaxaca y su técnica es alebrije. Es uno de mis recuerdos más queridos.
En la apertura, toma aérea del sector social, que mutó varias veces hasta convertirse en su mejor versión: un espacio abierto, cómodo e integrador, pensado para el ritual frecuente de recibir. Eligió: sillón gris (Arredo), alfombra geométrica (Elementos Argentinos), silloncito turquesa restaurado por Gonza Sba y una mesa que heredó de un viejo bar de sus papás: «Tengo una relación amor-odio, pero no la puedo soltar. Es la mesa donde comparto con los que más quiero». En un rincón, el ciervo by Sofía Wini suma valor al espacio general y se roba todas las miradas. Da la bienvenida o despide, al entrar o salir.
A ella le gusta decir que esta es su guarida en Buenos Aires porque si fuera por ella, viviría viajando. Viaja por la Argentina o el mundo. Es una de sus grandes pasiones, como la moda y un buen libro. «Para mí, viajar es unir puntos». Y cuando la experiencia la atraviesa, siente que la modifica para siempre. Sus próximos destinos: moda en Medellín y un viaje cultural por Europa, solo de chicas.