Veía Chiquititas y soñaba con estar del otro lado, ser ella a quien el resto viera. Tenía ocho años cuando, junto a sus hermanas, se sacaron una foto abrazando a la tele, creyendo que, al revelarla, parecería que estaban en el escenario al lado de sus ídolas. El efecto no sucedió, pero unos años más tarde, Sofía Jiménez daría los primeros pasos para cumplir aquellos sueños de infancia. A los diecinueve, se mudó a Buenos Aires para acercarse un poco más al universo deseado.

Vine llena de ilusiones, expectativas y esperanzas, y lo di todo, sigo dándolo todo y seguiré dando todo porque creo que de eso se trata. Soy bastante apasionada de la vida y me gusta vivirlo todo al cien por ciento. Cada cosa que hago la manejo de ese modo.

Ese vivir al cien por ciento se notó ahora, que fueron meses para muchos de una calma forzada y a vos te pasó de todo…

Sí, me separé, viajé por lugares, me súper moví. Hice de todo. Fue una etapa muy movilizadora. Fue un año muy intenso. Parado, por un lado, porque de repente se pararon el país y el mundo. Pero, por otro lado, yo internamente moví muchísimo. Hoy ya está todo un poco más acomodado, ordenado. Siempre fui una chica súper activa, muy responsable y apasionada de mi laburo, y mi laburo me mantiene en movimiento. Decidí usar ese tiempo sin trabajo afuera para trabajar adentro. Y la verdad que estuvo muy bueno, fue bastante profundo todo el trabajo de introspección que hice. Me ayudó a entender un montón de cosas, a registrar todo lo que había logrado en este tiempo, a valorar todo lo que se consigue con el esfuerzo, con la dedicación, el lugar que hoy tengo en los medios, que está buenísimo.

Estudiaste comunicación, estás estudiando actuación, trabajaste como modelo, conductora, también en un noticiero, hiciste tele y radio, te movés mucho en redes, ¿te gusta todo lo relacionado con los medios?

Sí, todo lo que tenga que ver con el mundo artístico y la comunicación. Me gusta todo. En estos años he aprendido que todo se complementa. Aprendí a trabajar en mi imagen con las decisiones que voy tomando, con las veces que tengo que decir que no a ciertas propuestas porque sé que el día de mañana eso va a traer otros resultados. A mí me gusta siempre apuntar al trabajo de calidad: menos, pero bien concreto y con pasos firmes, haciendo bien lo que me toque hacer. Dedicándole todo. Disfruto mucho de mi trabajo. Hace poco me llamaron de una marca para que sea su imagen y me dijeron cosas muy lindas. Con mi hermana, que es mi representante, salimos emocionadas, sentimos que se están viendo los frutos de lo que uno fue sembrando en todos estos años de laburo y de construcción de imagen.

Esta construcción de imagen, ¿fue una planificación?

Uno internamente sabe qué es lo que busca, qué es lo que quiere y hacia dónde va. Yo siempre lo tuve claro. Lo vas construyendo en esto que te decía de las decisiones que vas tomando. En el medio aparecen un montón de propuestas y a veces decís “Prefiero decir que no a esta, pero porque sé va a venir la otra”. Son diez años de mucha dedicación y de ir escuchándome adentro, internamente. Siempre las decisiones las he tomado con el corazón y con ese latido fuerte que decís “Es por acá”. Por suerte, no me equivoqué y he ido construyendo y seguiré construyendo un lindo camino. O a eso apunto.

“ Vine llena de ilusiones, expectativas y esperanzas, y lo di todo, sigo dándolo todo y seguiré dando todo”.

Con el “No” también se construye, por lo que decís…

Sí, cien por ciento. A veces, en ese momento, te cuesta, pero a la larga, si vos te escuchás bien internamente, por más que no era lo que vos imaginabas del todo, lo hiciste sintiéndote bien, con el corazón. No hay forma de que te sientas mal o te arrepientas de la decisión que tomaste si lo hiciste desde ese lugar. Considero que todo es parte del aprendizaje, parte del recorrido, y me parece que está bueno. Y ahí está la construcción, el ir escuchándote, no desesperarte. No sé de dónde saqué toda esa fuerza interna o esa inteligencia de saber escucharme y de ir tomando las decisiones correctas. También soy mucho de registrar las oportunidades y no desaprovecharlas, entender, estar atenta. Soy muy respetuosa con el trabajo del otro, entonces también respetan el mío. Es todo una construcción y todo una gran evolución. Me gusta verlo así.

No siempre es sencillo escucharse uno mismo, porque a veces la necesidad no deja que tomemos la mejor decisión, ¿qué o quiénes te ayudan?

A mí me gusta mucho meditar, hacer yoga. Tengo técnicas de respiración. Ahora en la cuarentena sumé otras nuevas y buenísimas. Me ayudan a buscar ahí, a ir adentro mío. En un principio muchas cosas las charlaba con mis hermanas y me han sabido escuchar o acompañar. O mi mamá y mi papá. Tengo una familia muy hermosa y son mis cuatro pilares, los más importantes. Recuerdo, cuando recién llegué, que yo quería entrar a la agencia Multitalent. Estaba en Showmatch haciendo promoción para una marca y vi a los hermanos García Navarro, los dueños de Multitalent: me acerqué, les dije que quería estar en su agencia y me dijeron que les mandara fotos. Yo no tenía nada, ni de dónde sacar un fotógrafo, me saqué fotos retruchas con el celular de mis amigas, fotos recaseras, muy graciosas, con las ganas de querer hacerlo. Entré y me querían mandar a México. Yo pensaba “Si ellos lo dicen, tiene que ser”. Y mi mamá y mi papá no me dejaron. Estuvieron ellos para decirme que eso no. A las dos semanas me llega el casting de Sábado Bus, terminé entrando y, una vez que entré ahí, no paré. Fue un trabajo atrás del otro. A veces eso, el estar rodeada de buena gente cuando estás empezando, es importantísimo. En este caso, mi mamá y mi papá, que a la nena de diecinueve años no la dejaron ir a otro país. Y la verdad que tenían razón, siento que fue lo mejor y hoy estoy agradecida.

¿EN QUÉ SOS EXPERTA?

En darlo todo, diría. Una de las cosas que más me caracterizan es eso, el empuje, el ponerme la camiseta de lo que esté haciendo, sea lo que sea: trabajo, relación, amistad. Dejo todo.

En ese momento, ¿te enojaste con ellos?

Sos más chica y por ahí hay cosas que no entendés y te enojás un segundo, pero yo rápidamente ya tenía otras cosas para estar bien y buscarle onda. Si no fue eso, serían otras cosas. Hacía castings de publicidad, no quedaba en ninguno y pensaba “Ya me van a llamar”, hasta que hice el de Sábado Bus y dije “Este no se lo voy a contar a nadie”. Lo hice calladita, sola, para ver qué pasaba, y terminé quedando. Así que a partir de ahí esa fue mi técnica: cuando tengo cosas así, fuertes, propuestas importantes, no las voy a decir hasta que no se cierren, para que no se vaya la energía.

“Siempre fui una chica súper activa, muy responsable y apasionada de mi laburo”.

Pasa mucho eso de no querer contar un proyecto hasta que no se concrete, ¿por qué?

Es que nunca sabés las vueltas de la vida. A veces contás y no sabés bien el otro cómo lo está recibiendo. Yo creo mucho en las energías de las personas y, cuando son cosas importantes y valiosas, está bueno resguardarlas para uno. Una vez que sale, ya está, se puede compartir. Y me encanta compartir.

Hiciste algunas obras de teatro en verano y estás estudiando actuación, ¿te dan ganas de seguir por ese lado?

Sí, el año pasado había hecho una para Netflix España, que hice de caradura. Yo había empezado a estudiar actuación, pero nunca me lo imaginé. Cuando vino la oportunidad, dije “Lo hago, no la voy a desaprovechar”. Empecé a pasar las etapas de casting, que eran digitales, pero no terminé quedando. Es la serie que va a protagonizar Lali [Espósito]. Claramente, no era el momento. Ahora hice otro y quedé, para una participación de una coproducción con Disney, Polka y España. Hice el casting renerviosa, y tuve la misma sensación de cuando entré a Sábado Bus, que era una participación mínima y para mí era un montón. Lo mismo me está pasando ahora. Que me hayan llamado, ¿significa que ahora se abre esta puerta? Me encantaría, es divertido, estoy estudiando para eso también. Creo que puede ser un nuevo mundo que se abre y me encanta seguir expandiéndome. Es poder estar dispuesta a las oportunidades que se van dando.