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por Lorena Guarino*

por Lorena Guarino*

Cómo incluir los congelados en la compra semanal

Los alimentos constituyen el mayor porcentaje de consumo del presupuesto familiar, y por eso es necesario ser estratégicas y contemplar cuáles son los nutrientes que no pueden faltar en la mesa. Muchas veces, esos aportes los brindan los productos congelados.

Pensar en un plan semanal de comidas para no aterrizar en el supermercado como una improvisada y llevarnos la mitad de las cosas que necesitamos es clave. Esto hará posible tener el control sobre lo que se va a comer y, claro, sobre nuestro presupuesto.

Estar atentas a las promociones es una buena estrategia que nunca debemos dejar de lado, pero es necesario incorporar a la lista semanal los productos congelados, que pueden ser grandes aliados a la hora de ahorrar.

El freezer es una de las opciones más prácticas, porque resulta ideal para los tiempos que corren, en que las mujeres trabajan y pasan mucho tiempo fuera del hogar.

Alimentos rebozados como supremas, papas y bastones de muzzarella son productos que se descongelan rápidamente. Tener siempre a mano alguno de ellos es lo más práctico para cuando hay que preparar un almuerzo o una cena rápida.

Solo habrá que concentrarse en complementar con una guarnición nutritiva. Para ello, las legumbres y verduras congeladas también nos pueden salvar el día. No es cierto que los alimentos de este tipo pierdan sus propiedades por estar freezados. En la mayoría de los casos, estos son cosechados e inmediatamente congelados, con lo cual mantienen todas sus cualidades.

Los pescados tampoco pierden su frescura en el freezer. Por ese motivo, aprovisionarnos de esta mercadería garantizará que se mantengan sus nutrientes fundamentales, puesto que el paso a las cámaras frigoríficas se realiza apenas momentos después de la pesca.

Desde DIA, todos los meses se ofrece una amplia variedad de promociones y oportunidades de ahorro. Stockearse en congelados también es una buena forma de ahorrar.

Hamburguesas, pescados, diversos cortes de carne y pastas pueden acopiarse hasta seis meses. Pero hay que tener en cuenta el espacio disponible en la heladera y sus fechas de vencimiento, de lo contrario, lo que no se consuma se echará a perder, y ese será dinero que se escapará del presupuesto.

Pero cuidado: no se trata de llevarse todo, sino de ir comprando las oportunidades semanales. Tampoco es necesario salirse del presupuesto; más bien, de aprovechar ese dinero extra con el que podemos contar gracias a la organización de gastos.

 

 

 

*Periodista, especialista en economía y negocios. Trabaja en Bigbangnews, La Nación, El Cronista Comercial, Apertura y Alzas y Bajas, entre otros.

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