Ya no falta nada para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, y además del cansancio con el que llegamos a esta época del año, nuestro bolsillo comienza a temblar solo de pensar en organizar la cena familiar. Pero… a no enloquecerse. Tenemos que enfocarnos en el verdadero propósito de estas festividades, que no es otro que compartir con nuestros afectos dos de las últimas noches de este 2018.
Para ello solo habrá que seguir algunos consejos básicos; la idea es no perdernos en el torbellino que implican estas fechas a nivel económico. Lo principal, al igual que lo hicimos durante todo el año, es no salirnos del presupuesto.
Es imprescindible pensar de antemano cuánto podemos gastar. Para que la erogación no se nos salga de cauce.
Hacer de estas fiestas una celebración hogareña es ideal para no perder la esencia. Por eso, en vez de salir a comer a algún restaurante, es mejor priorizar un ambiente íntimo y cálido, para poder relajarse y no estresarse durante la velada.
Si bien son fechas en las que nadie debería estar solo, pongámonos una mano en el corazón y pensemos con quiénes realmente nos gustaría chocar una copa. Este sencillo ejercicio hará más simple la organización de los invitados y reducirá los gastos que pudiera conllevar una gran mesa llena de gente.
Una vez que tengamos en claro quiénes serán nuestros comensales y por la confianza que seguramente nos une con ellos, podremos repartirnos la elaboración del menú entre todos.
Dadas las altas temperaturas que suele haber en estas fechas, la mejor opción es un bufet frío, que no lleve demasiada elaboración y que resulte simple y económico de preparar, una comida ligera y una mesa con variedad de bocados, es lo más práctico para que todos disfruten del festejo y nadie deba sobrecargarse con la tarea.
Servir una mesa con demasiadas opciones llevará a que inevitablemente se termine desperdiciando comida.
Optar por alimentos frescos y de estación resultará más económico que cualquier opción tradicional que, durante esta época, suelen ser más caras.
Al elegir la bebida, inclinarse por los envases retornables y las promociones semanales para armar el stock de lo que vayamos a consumir, eso resultará más económico que comprar por unidad.
Para el postre, la tradicional ensalada de frutas o una brochette aportará frescura en lo que seguramente será una noche calurosa. Afortunadamente, este momento del año existe una gran variedad de alimentos a los que nadie podrá resistirse.
Lo mismo ocurre al momento del brindis; se puede optar por cócteles frutales y aperitivos frescos que puedan disfrutar grandes y chicos.
Lo fundamental es hacer las compras con la anticipación necesaria y lista en mano, para que nada se salga de control y así llegar relajados, listos para festejar.