El más mimado

Los alimentos balanceados son, lejos, la mejor opción. Sin embargo, hay animales "pedigüeños" de la comida de su amo.

Cómo alimentar mejor a tu mascota

Los alimentos balanceados son, lejos, la mejor opción. Sin embargo, hay animales "pedigüeños" de la comida de su amo.

Seguro que a alguno de los lectores le pasó: ¿quién no abrió un paquete de galletitas y comió la mitad porque su perro se colocó firme frente a él, a la espera de algún bocado? ¿Acaso nadie reservó alguna vez un trozo de su comida favorita para compartirla con su mascota? Si bien es cierto que ofrecerles una porción del plato o incluso cocinarles algo especial es parte de la rutina de la casa, los alimentos balanceados están preparados especialmente para cubrir sus necesidades.

¿CÓMO ELEGIR EL PRODUCTO?

Cada animal tiene requerimientos específicos según su especie, la edad, la raza, sus condiciones físicas y características propias. No es lo mismo un perro adulto que un cachorro en pleno crecimiento, o un animal que no sale a la calle de otro que suele hacer diariamente actividad física. Del mismo modo, en el mercado existe una gran variedad de alimentos, acordes con las necesidades particulares: hay opciones para prevenir y tratar enfermedades, problemas de piel y obesidad, entre otros.

Al igual que sucede con las personas, la dieta de las mascotas depende de diferentes factores que su dueño debe tener en cuenta, y la elección debe ser siempre consensuada con el veterinario de cabecera.

“Es importante hacer un esfuerzo económico, sobre todo a una edad temprana, para fortalecer huesos, tendones y músculos. El cachorro necesita más proteínas y esto le ayudará a llegar bien a la etapa de adulto. En cambio, en la vejez precisará más nutrientes para fortifi car cartílagos, articulaciones y tendones”, explica Marcela Rodiño, veterinaria de Las Razas Vet, quien refiere que la alimentación balanceada es fundamental para asegurar la salud de la mascota.

A pesar de que los animales de compañía son capaces de digerir diversos tipos de alimentos, es importante saber que no con cualquiera de ellos se cubren todas las necesidades nutricionales que requieren en sus diferentes etapas de la vida. “Poder brindarles los nutrientes adecuados −resume la especialista− asegurará la salud y la fortaleza en su vejez”.

QUE COMPARTIR NO SEA UN HÁBITO

Los animales buscan cotidianamente las sobras de la comida. Pisos, rincones inaccesibles y mesadas son sitios propicios para que ellos puedan dar con un trozo de alimento o con una miga, que inmediatamente degluten sin dudar. Muchas veces también ocurre que los dueños quieren premiarlos o agasajarlos con algo que les gusta. Por ejemplo, en su cumpleaños o cada 29 de abril, en el Día del Animal. A la hora de compartir, hay cosas que se pueden y otras que no. Si bien cada vez hay más conciencia sobre los efectos nocivos de aquello que no deberían comer, todavía son muchos los mitos que circulan en torno a la comida.

“Se les pueden dar, entre horas, golosinas para animales (que se adquieren en las veterinarias) o algunas frutas (como manzana, melón, sandía, pera, bananas, naranjas), que brindan vitaminas y aminoácidos muy beneficiosos para nuestra mascota”, cuenta Rodiño. El queso también se recomienda para perros, siempre que estos no sean intolerantes a la lactosa, y se sugiere optar por los que son bajos en grasa, o un trozo de pollo cocido, para agregar proteína a su dieta. En tanto que, para el gato, la lata de atún es un manjar y se le puede ofrecer esporádicamente, ya que un consumo excesivo podría repercutir mal en su salud.

La especialista advierte: “En cambio, no se les deben ofrecer huesos, porque son muy peligrosos, ya que se astillan y muchas veces derivan en cirugías complejas para poder sacarlos”. También cuenta que el chocolate está prohibido, puesto que contiene una sustancia llamada teobromina, que causa un aceleramiento de los latidos del corazón, estimulación del sistema nervioso central y contracción de las arterias, lo cual les puede provocar un infarto.

A su vez, sugiere evitar la cebolla, el alcohol, el café y productos salados como el jamón, que les provocan fuertes dolores estomacales. El azúcar también hay que tacharlo de la lista, dado que puede causar obesidad y, en algunos casos, diabetes. Los alimentos tóxicos pueden ser muy perjudiciales; por eso, antes de tomar una decisión, lo ideal es consultar con el veterinario de cabecera, quien conoce la historia clínica de su paciente.

Aunque la comida casera pueda parecer el recurso más económico, el alimento balanceado reúne todos los ingredientes necesarios, y resulta práctico y de fácil dosificación. “Una buena dieta, balanceada y equilibrada, les aporta una excelente salud y vitalidad, sobre todo en etapas tempranas y en la vejez”, refiere Rodiño. La alimentación es un pilar para la buena vida de un animal, y su nutrición dependerá del producto que su dueño elija para él, motivo por el cual la elección no es sencilla ni rápida. Pero, una vez realizada, y siempre que sea a conciencia, ofrecerá la tranquilidad de saber que se está contribuyendo con el cuidado de la mascota.

 

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