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Cuidar el sistema inmunológico de nuestras mascotas ayuda a mantenerlos sanos y evita la transmisión de enfermedades.

Vacunar para proteger

Cuidar el sistema inmunológico de nuestras mascotas ayuda a mantenerlos sanos y evita la transmisión de enfermedades.

Tener el calendario de vacunación al día es tan importante en las mascotas como en las personas, porque les brinda anticuerpos para prevenir las enfermedades y los protege de posibles contagios (zoonosis). “La vacunación es la única forma de prevenir algunas enfermedades. De lo contrario, una vez que afectan al animal no hay manera de combatirlas”, explica la veterinaria María Presa (MP 12763). Al vacunar a las mascotas contribuimos a la salud pública de la población y protegemos a nuestros animales. “En cuestión de días producen los anticuerpos necesarios para que enfermedades como el moquillo, el parvovirus o la rabia no los afecten”, señala la veterinaria Gabriela Amesa (MN 9718).

Aunque en muchos casos el plan de vacunación depende del criterio profesional y del ambiente donde viva el animal, las vacunas deben comenzar a administrarse a partir de los 45 días de vida en los perros y a partir de los 60 en los gatos. Después, deben aplicarse dosis todos los años. “Según la edad y las vacunaciones previas, el veterinario establece el plan apropiado para cada caso. También verifica que la mascota esté en buen estado inmunológico: buena salud, nutrida y desparasitada”, dice Amesa.

Las únicas vacunas que se administran de manera gratuita en los centros de zoonosis de cada municipio son la antirrábica y contra leptospirosis, por ser enfermedades transmisibles a los seres humanos. Algunos municipios,  como el de La Matanza, realizan campañas gratuitas de vacunación pero en general  las vacunas deben ser aplicadas de manera privada. “Hay mucha gente que no vacuna a sus mascotas ni acude al veterinario ante signos de enfermedad por un tema económico, pero siempre es mayor el gasto que implica tratar las enfermedades en lugar de prevenirlas con la vacunación”, aclara Amesa.

Aunque las reacciones adversas a las vacunas son poco frecuentes, hay que prestar atención ante algunas señales tales como: hinchazón del hocico, picazón en el cuerpo, ronchas, vómitos, diarrea o o signos de dificultad en la respiración. Estos síntomas pueden ser indicadores de una reacción anafiláctica y debemos llevar a la mascota de inmediato a la veterinaria. Si solo presenta fiebre, falta de apetito y decaimiento, la indicación es esperar 48 horas −tiempo en el que este cuadro remite−. Otra reacción esperable ante las vacunas es la inflamación, el dolor o la picazón en la zona donde fue aplicada. En ese caso también hay que esperar a que se pase de a poco y evitar tocar al animal en ese lugar. “A veces, tiempo después de aplicada la vacuna puede verse una deformación redondeada y dura que tarda días o meses en desaparecer. Suele ser benigna, pero se recomienda ir al veterinario para controlar que no aumente de tamaño ni cambie su forma”, sostiene Amesa.

Una pregunta que podemos hacernos es por qué algunas mascotas se enferman después de aplicada la vacuna. “Creer que la vacunación es la responsable es un error. Eso sucede porque la mascota estaba incubando la enfermedad para la cual se lo vacunó y al poco tiempo la manifestó”, explica Presa.

Animales callejeros

Cuando encontramos un animal en situación de calle y lo llevamos a nuestra casa, los recaudos que tenemos que seguir son otros: “Lo principal es visitar al veterinario para que le haga una revisación clínica. Cuando esté en la casa, hay que mantenerlo aislado de otros animales y de las personas durante cuarenta días”, dice Presa, y agrega que “esto nos ayuda a observar si hay alguna signología”. Si se lo vacuna de inmediato, corremos el riesgo de enmascarar alguna enfermedad o de que desarrolle alguna preexistente. Otra gran ventaja de la cuarentena es que le permite a la mascota recuperarse, alimentarse bien y mejorar su sanidad antes de ser vacunada. Para Amesa, lo primero que tenemos que analizar antes de adoptar una es si disponemos de todo lo necesario para garantizar su bienestar.

Cuidados de salud

Para mantener saludables a nuestras mascotas también es imprescindible desparasitarlas. “La desparasitación es interna, para combatir lombrices, y externa contra pulgas, garrapatas y piojos”, aclara Presa. “Se aconseja desparasitar internamente cada seis meses y una vez por mes para parásitos externos”, dice Amesa. También es muy importante cuidar la alimentación. La dieta debe ser balanceada y cumplir con los requerimientos nutricionales de la especie. Esto se logra con un alimento balanceado de buena calidad o con una dieta casera formulada por un profesional. “Ante signos de enfermedad, es fundamental ir al veterinario y no dejarse estar. Tampoco hay que utilizar medicamentos para humanos en mascotas porque son perjudiciales para su salud y pueden generar daños irreversibles”, explica.

Otro punto importante para tener animales sanos es cuidar que su vida se desarrolle plenamente según su especie. Los perros necesitan paseos y juegos diarios; y los gatos, ambientes con escondites y lugares altos.

 

¿Qué combaten las vacunas?

En los perros se vacuna con trivalente, que evita el moquillo, la hepatitis y la leptospirosis. La tetravalente, además de reforzar la vacuna anterior, suma la protección frente al parvovirus (causa diarrea); y la polivalente previene la traqueobronquitis infecciosa canina, conocida como “tos de las perreras”.

En los gatos, la triple felina cubre contra la rinotraqueitis viral felina (enfermedad respiratoria), el calcivirus felino (gripe) y la panleucopenia (enfermedad viral mortal). Si el gato es salidor, se recomienda aplicar la vacuna contra la leucemia felina.

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