Mágicos, vulnerables, confiados y vitales, los chicos muchas veces se convierten en nuestros pequeños grandes maestros. Estos testimonios lo demuestran.
“Mis hijos y mi sobrinito Manu me enseñaron que lo más puro y verdadero es el amor recíproco entre nosotros. El tiempo invertido en ellos es el más valioso y verdadero”.
Graciela Busquets
“A no tener prejuicios, a ser libre, a ser feliz”
Mariana Del Castaño
“Que si te atrevés a soñar hay un futuro. Me enseñan a no tener prejuicios y el valor de la igualdad”.
Elena del Carmen Galarce
“Que si te atrevés a soñar hay un futuro. Me enseñan a no tener prejuicios y el valor de la igualdad”.
Elena del Carmen Galarce
“Que no hay nada imposible en esta vida. Todos los días aprendo algo nuevo de mi hija, no es fácil el camino de la discapacidad, pero tampoco imposible”.
Yanina Valenzuela
“Me enseñan que no existe amor más puro que el de ellos”.
Ava López
“A mí mis hijas me enseñan a no bajar los brazos y a que cada día hay que levantarse y seguir adelante. Ellas son mi motor; las que me demuestran que todo esfuerzo vale la pena y que nada es más gratificante que verlas felices con lo mucho o poco que uno les puede dar. Las amo con el alma Denise, Maitu y Giuli”.
Sabri Triunfetti