Carla estaba orgullosa del trabajo que tenía. No tanto por lo que hacía (era telefonista de una obra social), sino porque ya llevaba 20 años dentro de la misma empresa. Pero hace seis meses, su vida laboral dio un giro inesperado. Ya lo había conversado varias veces con su jefe: ella sentía que estaba llegando al final de un ciclo y atender el teléfono ya no le resultaba entretenido. De hecho, la agobiaba. En una de las conversaciones, ella le recordó a su jefe que era periodista, aunque nunca había llegado a ejercer. Fue así que una tarde, recibió un correo en el cual el departamento de recursos humanos invitaba a todos los empleados a participar en la búsqueda de un redactor para el departamento de comunicación. La convocatoria era abierta para personas ajenas a la compañía, pero también se aclaraba que podían participar los mismos empleados o sus familiares. Lo habló con su jefe y completó la solicitud. Tuvo solo dos entrevistas y, en pocas semanas, Carla cambió de sector. Cuando lo cuenta, confiesa que ya había enterrado su sueño de trabajar de lo que le gustaba. Ahora siente que el día se le pasa mucho más rápido, haciendo lo que le gusta y desarrollando su vocación.
Sin duda, el lema de que “no siempre podemos hacer lo que queremos, sino que tenemos que aprender a querer lo que hacemos” se aplica a la mayoría de las personas. Pero a veces dejamos en el olvido aquello que soñábamos con hacer o ser.
La buena noticia es que nunca es tarde para intentarlo. Ya sea buscar otro trabajo, cambiar de puesto o incluso buscar uno que nos quede más cerca, o que tenga un horario que nos permita hacer otras cosas, o estar más tiempo con nuestros hijos.
“Muchas veces, la gente se queda en el trabajo por miedo, miedo al cambio, a no poder acceder a lo que busca, por no conocer sus fortalezas o estar muy enfocado en sus debilidades. Si reconozco mis debilidades, puedo empezar a trabajar en ellas. Puedo capacitarme en lo que el mercado solicita o en aquellas áreas que siento más flojas, o potenciar aquellas que quiero resaltar. Lo importante es generar un compromiso activo con el cambio. Ser protagonista. Ir a buscarlo, tratar de generarlo. Hacer una evaluación adecuada, objetiva, tanto del contexto real como de mí mismo”, comentó la psicóloga Gisela Holc, especialista en mindfulness.
Si aun así sentimos que no es lo que deseamos, habrá llegado la hora de ponernos en acción. Pero ¿por dónde empezar? ¿Cómo prepararnos para una entrevista laboral, cuando hace diez años que estamos en el mismo trabajo? Tal vez ni siquiera tenemos nuestro currículum actualizado.
“Como primer paso, la sugerencia es empezar por reflexionar sobre qué y cómo queremos aportar en el próximo trabajo, reconectar con la vocación de servicio más profunda que tenemos y dónde o con quién nos gustaría desplegarla. Luego, resulta muy conveniente escribir lo que reflexionamos. Allí deberíamos incluir: para qué busco, qué busco, cuál es mi oferta, en qué agrego valor”, sintetizó María Ferrante, consultora independiente.
Como segundo paso, deberemos ocuparnos de nuestro currículum vitae (CV), acorde con nuestros objetivos. “El CV no solo debe incluir los detalles de experiencia y educación, sino también nuestro propósito y nuestro aporte al mundo del trabajo. Además, hay que tener en cuenta que es nuestra identidad digital. Para ello, deberemos revisar, actualizar o reformular nuestros perfiles en sitios como Linkedin, Facebook o Twitter”.
Autoboicot, ¿cómo evitarlo?
La ola refrescante que puede traernos la idea de encontrar un empleo más acorde con lo que soñamos puede verse opacada por ciertos pensamientos asociados a la dificultad de ir a una entrevista después de tantos años en el mismo trabajo, o de no saber simplemente cómo empezar a hacer la búsqueda. “Es probable que algunas personas piensen que no se desenvuelven bien en una entrevista laboral o incluso que arruinan estas oportunidades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esa es la interpretación de la misma persona, no es un hecho. Por eso, la recomendación es analizar el desempeño y buscar activamente herramientas para mejorar en el contexto de la entrevista”, sugirió Harf.