Tener el pelo lindo demanda bastante cuidado. Y está comprobado científicamente que cuando nos gusta cómo tenemos el cabello nos sentimos con más confianza y seguridad, algo que incide positivamente en el estado de ánimo.
A la vista, el cabello puede ser lacio, ondulado o enrulado, seco, graso, normal, fino, grueso, abundante o escaso. Esto está determinado en principio por factores genéticos, aunque la dieta, la circulación sanguínea, el estrés, el paso de los años, la medicación o los cuidados que se le prestan pueden modificar su aspecto.
Por suerte, hoy hay productos capilares específicos para complementar las necesidades de cada persona y lograr una cabellera atractiva. Veamos cuáles son las características de cada tipo de pelo, la forma de lavado y el tratamiento adecuado.
CABELLO GRASO
Según la cantidad de sebo que produzcan las glándulas, habrá un cuero cabelludo normal, seco o graso. Si hay glándulas hiperactivas que producen sebo en exceso, el cabello será graso de aspecto liso, lustroso y sin movimiento, lo que puede producir picazón. Este proceso de producción de sebo puede darse por cambios hormonales como los de la pubertad, el embarazo y la menopausia, o por causas genéticas.
Se cuida con lavados diarios con un shampoo específico y el agua lo más fría posible. Evitar el uso de acondicionador o aplicarlo apenas en las puntas. Secar con toalla sin retorcer o frotar, ya que esto estimularía el cuero cabelludo y podría aumentar la producción de sebo. En lo posible, no usar secador o secar con aire tibio. Si hay una producción excesiva de sebo conviene consultar al médico para analizar el origen.
CABELLO SECO
En este caso, las glándulas sebáceas no producen la cantidad sufi ciente de sebo como para lubricarlo adecuadamente. Esto puede deberse a factores genéticos, estrés, uso de productos capilares inadecuados o al clima. Este cabello luce opaco, se enreda fácilmente, es áspero, con puntas quebradizas y aspecto frizado.
Se cuida con lavados cada dos días con un producto específico, y lo ideal es dejarlo secar al natural. En el caso de usar el secador de cabello, elegir una temperatura moderada. Luego aplicar un producto revitalizante en el largo, en especial en las zonas dañadas.
CABELLO NORMAL
Es suave, brillante, dócil, fácil de peinar, de aspecto sano y sin puntas florecidas. Se mantiene con lavados periódicos día por medio y enjuague profundo con agua tibia. En lo posible, dejarlo secar al natural o con el secador a temperatura media.
CABELLO MIXTO
El funcionamiento ineficiente de las glándulas sebáceas puede ocasionar un cabello graso en la zona del cuero cabelludo y reseco en las puntas. O, si el cabello es muy largo, el sebo no llega a extenderse hasta las puntas, lo que le da un aspecto reseco.
En estos casos hay que lavar el cabello con agua tibia y un producto específico que no hay que aplicar en el cuero cabelludo, sino en el largo. Dejar secar al natural o con secador a temperatura media para no activar las glándulas sebáceas. Luego aplicar un aceite o un suero para humectar las puntas.
CABELLO LACIO
Según su estructura, el cabello puede ser lacio, ondulado, enrulado o rizado tipo afro. El lacio se caracteriza por ser liso, lustroso y suave; y se cuida igual que el cabello normal.
SUPER TIPS DE BELLEZA
- Los nutricionistas recomiendan seguir una dieta rica en frutas y verduras que aporten ácido fólico, zinc y vitaminas A, B y C, ideales para lograr un cabello sano. También el omega-3 presente en los pescados de aguas profundas y en las semillas de lino.
- Hay que tener cuidado con los tirones al peinar o secar el cabello y con las altas temperaturas de los secadores y planchas. Está demostrado que el pelo no queda más lacio si se lo plancha con temperaturas de más de 180 grados.
- Hay un tipo de shampoo para cada clase y estado del cabello, y conviene buscar asesoramiento con un experto o incluso con el dermatólogo. Si se usa uno nutritivo para fortalecer, hay que cambiarlo por uno para cabellos sanos cuando se haya terminado el tratamiento. Lo mismo en el caso de la caspa, del cabello graso o dañado: usar siempre el mismo producto no es recomendable. Complementar con un tratamiento nutritivo quincenal específi co para cada tipo de pelo.
- Los alisados, permanentes, las tinturas y la decoloración son un ataque para el cabello, por eso hay que complementarlos con tratamientos nutritivos periódicos.
- El sol y el calor pueden resecar el cabello. Hay que beber abundante agua en verano y protegerse de los rayos UV con sombreros. Cada vez que se sale del mar o la pileta, enjuagar con agua dulce, cepillar con cuidado y aplicar un filtro solar especial para cabello.
SHAMPOO BONTÉ PARA REPARACIÓN EXTREMA
Es de uso diario y viene en dos presentaciones: botella plástica de 400 ml y cómodos sachets de 15 ml, perfectos para llevar al gimnasio o para irse de viaje. Y, para complementar el tratamiento, lo ideal es el acondicionador de la misma línea.