El nacimiento de un hijo es una revolución que pone todo patas para arriba; hasta lo que parece más pequeño e insignificante resulta no serlo, como las rutinas. Hasta hace unos años, toda la atención estaba puesta en el cuidado de la madre, pero hoy, el supuesto del padre como único proveedor del hogar y la madre como única responsable del cuidado de los hijos ha cambiado. Afortunadamente, muchos padres modernos son muy diferentes: se involucran en el cuidado, la educación y el desarrollo de sus hijos. Los roles están más integrados, con lo cual tener tiempo para estar presente en un momento tan trascendental de la vida como es el nacimiento de un hijo es algo que los hombres valoran.
En la primera fase, la mujer se torna imprescindible por una cuestión biológica, pero también es verdad que tener tiempo para estar presente, dedicarse y apoyar a la madre en los primeros días de vida de un hijo es una necesidad real y por eso, tener días extra de licencia laboral adquiere mayor valor. Es un punto en el que casi no hay discusión: los dos días que se le permite al padre quedarse junto a su bebé recién nacido tienen gusto a muy poco.
“Mientras estén con sus hijos, es mejor evitar el celular, la tablet y todo lo que los mantenga ‘quietitos’”.
Calidad de tiempo
Durante los primeros días, cuando todo es cambio y descubrimiento, que pueda estar presente el equipo completo de padres es una ventaja increíble. “Es cierto que son las mamás quienes cumplen una función esencial, pero este bebé reconoce y busca la voz del padre, por lo que su presencia va a favorecer a todos: a la mamá, que necesita ayuda y contención para las demandas y exigencias del bebé y para el bebé, porque afianza su lazo y le permite unir esa voz que conocía desde la panza con la persona física y el olor de los abrazos de su padre. Pero también, para el papá, porque no solo puede dar un lugar de límite a la demanda constante del bebé, sino que le permite sostenerlos a todos, ubicándolo en un rol activo de participación amorosa y comprometida en el cuidado familiar”, asegura la licenciada Mariana Kersz, psicóloga, sexóloga y directora de ClinicaDeParejas.com.
Ya con el niño más grande y ambos progenitores en actividad nuevamente, lo que prima es darle tiempo de calidad. La especialista ofrece algunas pautas para lograrlo: “Cuando estén en casa con los hijos hay que aprovechar ese tiempo para conocerlos más. Acompañarlos con las tareas, pero también abrazarlos y ser afectuosos con ellos. Si el día está lindo, pueden salir a la plaza a jugar, o a hacer las compras juntos. Si está feo pueden leer cuentos, jugar con lo que ellos propongan y hasta cocinar. Mientras estén con sus hijos, es mejor evitar el celular, la tablet y todo lo que los mantenga ‘quietitos’. Ellos los necesitan ahí, y la interacción que puedan darles y el tiempo que pasen con ellos, aunque sea poco, que sea un tiempo limpio, sin obligaciones laborales salpicando ese ratito”.
Carlos, un papá de 40 años, se amargó cuando su hija de ocho trajo del colegio un dibujo suyo por el Día del Padre. “Me dibujó con el celular en la mano, ahí comprendí que algo estaba haciendo mal”, explica. Martín, padre de dos chicos, leyó en el cuaderno de su hija: “Cuando mi papá está en mi casa, solo mira partidos de fútbol”. “Fue un baldazo de agua congelada”, reconoce. No es necesario pasar todo el tiempo pegados al lado de los chicos, sino asegurarse de que el que puedan compartir con ellos sea eso, tiempo exclusivo con ellos.
Padres separados
Es importante hacer una distinción entre los padres que viven con sus hijos y las familias separadas, ya que no comparten la misma cantidad de tiempo y, en muchos casos, la angustia aumenta. “Atiendo a padres a los que les da mucha culpa no estar en el día a día de sus hijos, perderse el desayuno o el cuento de la noche. Están preocupados, pero también ocupados y aunque no viven con ellos los llevan igual todos los días al colegio, van a sus médicos, los acompañan a hacer sus actividades. Hay muchos hombres, incluso, que hasta deciden no separarse para no perder la vida en familia”, asegura la licenciada Beatriz Goldberg, psicóloga y especialista en crisis familiares.
Ella también aconseja dar tiempo de calidad y mucho afecto: “si el chico siente que cuando se ven, el padre disfruta de estar con ellos, sentirá una alegría genuina, reforzará su autoestima, tendrá más seguridad. Si son varones, se dará una identificación, y si son nenas, tener un papá que las quiera, que las estime, que las haga sentir únicas, es muy importante. Que los quieran es fundamental”. Por más padres comprometidos.
¿Cómo son hoy las licencias por paternidad?
- Actualmente en Argentina, las licencias son de 90 días para las mamás y de dos días (sí, dos días) para los papás. Se trata de uno de los países que mantienen la licencia por paternidad más corta de toda la región: en Ecuador se dan diez días, en Colombia ocho, en Brasil y Chile, cinco, y en Perú, cuatro días.
- Afortunadamente, algunas empresas multinacionales ya han dado el ejemplo en todo el mundo al extender los plazos y abrir el tema a debate. Hace unas semanas, el gobierno propuso un proyecto de ley de equidad de género en el ámbito laboral que apunta a la necesidad de ampliar las licencias de nacimiento entre 10 y 15 días para los padres. Habrá que esperar.