Con una larga trayectoria como periodista, recientemente fue nombrado Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires. Conduce Su atención por favor y Brunch en Metro 95.1; condujo el podcast literario Señaladores; Diverso y otros ciclos en el Canal de la Ciudad. Polifuncional, también escribe: tiene una columna en La Nación Revista y otra en Brando, y completó una trilogía de libros sobre gastronomía (Café, Cuatro comidas, y Manual del café, todos con Editorial Planeta).

¿En qué te considerás un experto?

En café. Gracias a muchos cursos, lecturas y viajes, me convertí en un experto. Algo que era anodino y que pasaba rápido por la vida cotidiana, se convirtió en una pequeña experiencia de lujo o un momento disfrutable en mi rutina diaria.

¿Qué es lo que más disfrutás hacer en tu tiempo libre?

Tomo café, que además está vinculado con las actividades que más placer me dan hacer en solitario, que son leer y escribir. Lamentablemente, todavía no se inventó el café que pueda tomarse mientras uno sale a correr, que es otra cosa que me gusta hacer.

¿Cómo te imaginás dentro de veinte años?

Leyendo y escribiendo mucho. Ojalá tenga la posibilidad de cumplir con un consejo que doy siempre: ir por lo menos una vez al año a un lugar donde no haya ido nunca antes. Puede ser cerca o lejos.

Si no te hubieras dedicado a los medios y la comunicación, ¿qué te habría gustado ser?

Psicólogo, porque me gusta mucho conversar y escuchar al otro. Creo que el psicoanálisis es una actividad eminentemente intelectual, donde todas las lecturas y experiencias de uno se ponen en juego para la interpretación.

¿Qué tipo de usuario de redes sociales sos?

Un usuario profesional. No tengo un vínculo ni personal ni emotivo con las redes. Me interesa transmitir mi mirada del mundo, pero con una visión constructiva, que aporte algo a la conversación pública, sin catarsis, polémicas ni insultos, de lo que ya hay demasiado.

¿Sos de ir al supermercado?

Poco. Soy más del almacén. Soy muy malo calculando los stocks, así que, si compro mucho, después las cosas se desperdician, y odio eso. Compro para el día.

¿Cuál es el mejor regalo que recibiste en tu vida?

El último que me acuerdo: un lector de libros electrónicos, que me convierte en un lector anfibio. Soy adorador del papel, pero reconozco que a veces lo intangible de los bits me da mejores resultados.

El recuerdo más viejo que tengas

En la casa de mis abuelos, en el patio, en uno de esos juegos de exterior de cemento con azulejos cortados. Yo, muy chiquito, con un álbum para colorear, tratando de pintarle la capa a Superman.

¿Tus tres objetos favoritos?

Una máquina de escribir Olivetti Lettera, que era de mi abuelo; una cafetera, cualquiera de las muchas que tengo; y el tocadiscos.