Hasta hace un tiempo, las mascarillas faciales estaban destinadas a un momento especial de nuestras vidas: antes de una fiesta o celebración importante o a ese ratito de los días domingos con la intención de “hacer algo para nosotras”. Sin embargo, en los últimos meses, una nueva tendencia en belleza viene revolucionando el mundo de la cosmética femenina y su uso se ha expandido al día, la noche y al hedonismo.
Desde Corea y para todo el mercado, las mascarillas de tejido y los parches se han convertido en el producto estrella de muchas marcas, y también de Instagram. Gracias a sus efectos inmediatos y su composición –que cuenta con una mayor concentración de ingredientes activos– este nuevo boom logra resultados visibles en cualquier tipo de piel, además de adaptarse a las distintas áreas del cuerpo.
Las celebridades o influencers internacionales fueron las primeras en incorporarlos a sus rutinas de belleza, e incluso se han animado a publicar fotos divertidas en sus redes sociales. El efecto fue inmediato y despertaron el interés de todo el público, ya que la principal diferencia respecto de las máscaras tradicionales recae en su material (pueden ser de algodón, seda o fibras sintéticas), que posee ingredientes distintos según el efecto que se quiera lograr. Según la cosmiatra Griselda Barrachina, el éxito de este tipo de productos se debe a sus efectos inmediatos. “Este tipo de tecnología apunta a la mujer actual, que vive a un ritmo acelerado entre su familia, el trabajo y sus proyectos personales y no tiene tiempo para hacer tratamientos o acudir a un centro de belleza. Estas máscaras y parches vienen a satisfacer esa necesidad de resultados inmediatos, ya que es algo que usás y te mejora la piel al instante”, explica la profesional.
Probablemente ya los hayas utilizado y hasta hayas sucumbido a sus encantos pero… ¿sabés realmente cómo y cuándo usarlos dentro de tu ritual de belleza? Y lo más importante, ¿cuáles son los más adecuados para tu piel?
Tipos de mascarillas
En el mercado hay una gran variedad de máscaras, por lo tanto, el tipo de piel (seca, grasa o mixta), las necesidades de cada momento o los resultados que se buscan serán factores fundamentales a la hora de elegir la apropiada.
✓ Hidrogel: son perfectas para las personas que tienen una piel muy seca o para contrarrestar los efectos del calor, el sol, el mar o la pileta, ya que hidratan en profundidad y refrescan. Además, se adhieren perfectamente a la piel y la dejan súper luminosa. Para potenciar el efecto frío y descongestivo, se pueden guardar en la heladera.
✓ Exfoliantes: ideales para renovar la piel completamente, ya que tienen un doble efecto: limpiar las impurezas, deshacerse de las células muertas y suavizar la piel. Es importante realizar masajes suaves al aplicarlas para evitar irritación en el rostro.
✓ De carbón o arcilla: détox y purificantes, se caracterizan por atraer las impurezas con más facilidad, y dejan la piel suave y refrescante. Son perfectas para pieles grasas y con acné, ya que realizan una limpieza profunda y eliminan los puntos negros.
✓ De oro o purpurina: aunque parezca uno de los tratamientos más excéntricos, el uso de oro líquido o en láminas o de purpurina se ha convertido en el nuevo producto estrella de las redes sociales. Sus efectos aportan luminosidad, suavidad y brillantez, al tiempo que eliminan arrugas y manchas de la piel.
✓ Peel off: otro de los grandes hits de Instagram por su impacto visual. Este tipo de tecnología hace que el producto penetre, mientras que sus restos –una capa más gruesa– se retiran “pelándola”, de ahí el nombre del producto.
¿Qué son los parches?
A diferencia de las mascarillas, los parches son láminas especialmente diseñadas para ojos, labios o cuello; las zonas más delicadas o afectadas en el envejecimiento. “El beneficio de los parches es que son más intensivos, ya que trabajan sobre una zona en particular que necesite un mayor cuidado y que las mascarillas no suelen alcanzar”, advierte la especialista.
✓ Para ojos: con componentes como té verde, ácido hialurónico, vitamina C, colágeno y polvo de oro, ayudan a descongestionar, desinflamar y disminuir los signos de fatiga tanto en párpados como en ojeras.
✓ Para labios: a base de colágeno, vitaminas y ácido hialurónico, sirven para hidratar, suavizar y exfoliar la boca.
✓ Para el cuello: es una de las zonas más olvidadas del cuerpo, a medio camino entre el rostro y el escote, por lo tanto, de las que requieren un mayor cuidado. Su abandono suele hacer que sea el lugar de las primeras manchas, arrugas y paso del tiempo, por lo que cuidar y nutrir esta parte es fundamental.
¡Tomá nota!
A pesar de sus diferencias, es importante resaltar que tanto los parches como las mascarillas son complementarios entre sí. Si bien tienen un tiempo de acción distinto, pueden utilizarse de manera simultánea. En cuanto a la frecuencia de uso de estos productos, dependerá de cada tipo de piel y de las necesidades de cada momento. Sin embargo, ser constante y establecer una rutina diaria o semanal es fundamental para obtener los resultados deseados.
Es importante aplicar estos productos con la piel limpia, es decir, luego de la aplicación de un tónico facial. A su vez, una vez que los retires de tu piel, podés usar un sérum o crema hidratante para reafirmar sus beneficios.