Cada vez son más las provincias o los municipios que realizan campañas de castración. Pero ¿qué debemos saber antes de tomar la decisión?
Castrar o no castrar, esa es la cuestión para muchos dueños de mascotas. Entre los principales fantasmas que rondan la cabeza de las personas que están evaluando tomar esta decisión aparece la idea de que, si castran a su perro, el animal empezará a aumentar de peso o incluso que cambiará la personalidad y ya no va a ser más el perro compañero que siempre fue, por citar algunos ejemplos.
Lo cierto es que cada vez son más las instituciones e incluso los organismos del Estado que hacen campaña para promocionar o facilitar la castración o esterilización. En varias provincias o municipios, existen programas de castraciones masivas, que ofrecen –turno previo mediante, en algunos lugares– realizar la castración sin ningún costo.
Según el sitio oficial Argentina.gob.ar, la castración “es el método más efectivo para disminuir la sobrepoblación de perros, evita el vagabundeo en machos, disminuye el riesgo de que la mascota se extravíe o tenga un accidente, mejora el carácter de la mascota y evita que se pelee con otros animales”.
Sin embargo, para los médicos veterinarios, la decisión apunta a la prevención de enfermedades. “El factor importante es la salud de la mascota. Teniendo en cuenta esto se aconseja la castración. Una de las patologías que se presentan con mucha frecuencia en las hembras caninas es la infección del útero (piómetra). Esta enfermedad puede comprometer la vida de la perra, lo que se evitaría si se la castrara. Por otra parte, disminuye la incidencia de tumores de mama, una de las neoplasias más frecuentes en las perras”, explicó la magíster Norma Monachesi, profesora adjunta de la Cátedra de Teriogenología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires.
Las neoplasias o cáncer de mama son bastante frecuentes, con una incidencia del 16,8 por ciento en perras hembras, según un estudio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de México.
No obstante, para algunos veterinarios, la castración es algo que debe analizarse en cada caso particular, ya que no todas las razas tienen la misma predisposición para ciertas enfermedades: “los dueños de perros y los adiestradores deben considerar cuidadosamente cuándo castrar a sus perros. Es importante recordar, sin embargo, que debido a que las diferentes razas tienen diferentes vulnerabilidades y enfermedades; los efectos de la castración temprana o tardía también varían de una raza a la otra”, comentó el Dr. Benjamín Hart, profesor de la Escuela de Medicina Veterinaria UC Davis.
Cuándo hacerlo
Existe una confusión entre los dueños de mascotas acerca del momento más oportuno para realizar la castración. La mayoría cree que deben esperar a que el animal tenga cría. “El momento más indicado está íntimamente relacionado con la incidencia de las neoplasias mamarias; cuanto más temprano mejor. Incluso antes de la presentación de su primer celo (momento fértil), que puede ocurrir, en hembras pequeñas alrededor de los seis meses, y en medianas y grandes, a los doce meses”, especificó la Dra. Norma Monachesi.
Cambio de carácter
Otro de los mitos más comunes es el temor a que la mascota se vuelva agresiva. “La agresividad en la especie canina no está relacionada exclusivamente con la influencia hormonal. Si bien luego de la castración puede observarse en algunos individuos una mayor tranquilidad, la agresividad debe evaluarse desde el punto de vista clínico completo y de comportamiento, relacionado íntimamente con la educación impartida a la mascota”, señaló Monachesi.
Son muchos los mitos que giran alrededor de la castración. Por eso, nada mejor que acercarse al veterinario que conoce a nuestro animal para que nos ayude a tomar la mejor decisión.
6 mitos y verdades sobre la castración
Mito: Mi perra debe tener un celo antes de la esterilización.
Hecho: La evidencia médica indica justo lo contrario. De hecho, muestra que las hembras esterilizadas antes de su primer celo son usualmente más saludables.
Mito: La esterilización/castración es antinatural y es una molestia para el animal.
Hecho: La cirugía es de rutina; es rápida y de recuperación corta y mejora la salud del animal.
Mito: Deseo que mi perro sea protector.
Hecho: Es naturalmente instintivo para un perro proteger su casa y a su familia. La personalidad de un perro está determinada más por la genética y el medio en que vive que por las hormonas sexuales.
Mito: No quiero que mi perro macho se sienta menos macho.
Hecho: Las mascotas no tienen ningún concepto de identidad sexual o ego. La esterilización no cambiará la personalidad básica de una mascota. Las hembras, por su parte, no sufren ninguna clase de reacción emocional o crisis de identidad cuando son esterilizadas.
Mito: Mi perro se volverá obeso y perezoso.
Hecho: La verdad es que las mascotas se vuelven obesas y perezosas porque sus dueños las alimentan en exceso y no les proporcionan suficiente ejercicio.
Mito: Mi perra es tan especial, quiero un cachorro igual a ella.
Hecho: Los cachorros de su mascota tienen una improbable posibilidad de ser una copia idéntica de esta. Ni siquiera los criadores profesionales pueden garantizar esto.