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Mentoreo

¿Tenés un proyecto o expectativas de un ascenso y no sabés cómo manejarte? Un mentor puede guiarte e impulsar tu trabajo.

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Hacé crecer tu carrera

¿Tenés un proyecto o expectativas de un ascenso y no sabés cómo manejarte? Un mentor puede guiarte e impulsar tu trabajo.

Tal vez ni siquiera escuchaste hablar del mentoreo, pero lo cierto es que no es una práctica nueva. Si cursás una carrera en la facultad, estás dando los primeros pasos en tu profesión o tenés un proyecto que te parece increíble y no sabés cómo ponerlo en marcha, quizá necesites ayuda. El mentoreo involucra a dos agentes: el mentor y su aprendiz. La idea es que el mentor ‒alguien con experiencia, líder en el área en la que se desempeña‒ pueda asesorarte, darte apoyo y orientarte hacia el pleno desarrollo de tus capacidades y tu potencial liderazgo.

Cristina, una empleada experta en el área de Recursos Humanos de 38 años, cuenta: “La empresa en la que trabajo lanzó una convocatoria: nos dio la posibilidad de presentar un proyecto y tener un mentor. Esa persona analizó la viabilidad de mi propuesta, me contactó con las personas adecuadas y luego monitoreó el ‘paso a paso’ hasta el día de la entrega. Aunque mi idea no fue elegida, la experiencia resultó muy buena y de un profundo aprendizaje. Poder nutrirse de alguien que ya pasó por todos los errores y salió fortalecido de ellos fue inspirador”.

Una gran oportunidad

Los especialistas alientan el mentoreo. Fabiana Renault, directora de la Diplomatura Creatividad e Innovación de la Universidad Siglo 21, da las razones para adoptar esta modalidad, que ya era exitosa en la antigüedad:

1) Un mentor aporta desde su saber sin ningún interés propio o personal, solo busca estimular tus competencias. Su opinión siempre será objetiva.

2) Ordena los procesos y aporta disciplina, de manera que no se diluyan antes de llegar a hacerse realidad.

3) Co-crea: a partir del modelo de mentoreo, fomenta el trabajo en duplas, formato que ha demostrado ser altamente efectivo a la hora de generar y aterrizar ideas o proyectos. Es la manera en que, por ejemplo, trabajan en todo el mundo los creativos publicitarios más exitosos: de a dos.

4) El mentor no restringe su accionar a lo que sucede entre las dos partes, sino que abre tu camino y te acerca a otras personas de acuerdo con la premisa de que estas pueden abrir más tus horizontes de posibilidades y alcances.

5) Un mentor contiene. Pocos procesos generan tanta angustia y emociones adversas como el de encarar un proyecto o planificar un ascenso. El mentor estará ahí para que no bajes los brazos, para que las adversidades no te frustren y para recordarte siempre lo más importante: ¡vos podés! “Los mentores son esos que ayudan a que nuestras mentes sean mejores”, asegura Renault.

 

Convertite en líder

Voces Vitales es una ONG creada por Hillary Clinton cuya misión es impulsar a mujeres a ser líderes. Para eso, cuenta con el mentoreo como una de sus principales herramientas. Es la más conocida de este tipo de organizaciones y tiene sedes en varios países del mundo. 

“El mentoreo es una gran conversación, un ida y vuelta en el que mentora y aprendiz fijan objetivos para trabajar, en general, sobre un aspecto específico de la vida profesional. Nuestro programa tiene, además, dos jornadas en los que la aprendiz se suma a la agenda de su mentora para que la experiencia sea vivencial y pueda observar cómo lidera una mujer en su día a día, desde una reunión de directorio, una emergencia hasta la resolución de un conflicto”, explica Mariana Massaccesi, coordinadora ejecutiva de Voces Vitales Argentina.

En la cotidianeidad junto al mentor, se puede hacer una gran diferencia y absorber conocimientos de campo. Esa experiencia ‒que no se lee en los libros ni la cuenta nadie‒ simplemente se vive cuando se entra en acción. 

“Las mentoras son mujeres con experiencia, que ya tienen un camino recorrido. Voces Vitales identifica a las mujeres que están en puestos de conducción en las empresas, en las pymes, en el gobierno y/o como emprendedoras y que tienen un liderazgo colaborativo, conectado con el propósito y multiplicador. Promovemos el «pay it forward» (N. de E.: una especie de “cadena de favores”, que supone replicar la experiencia más adelante, pero como mentora) de mujer a mujer porque creemos que, cuando mejora una mujer, mejora su entorno y esto tiene impacto directo en su comunidad”, alienta Massaccesi.

Por su parte, la Dirección General de Emprendedores del Ministerio de Modernización de la Ciudad ofrece el programa Pacto Emprendedor con el objetivo de que microemprendedores puedan fortalecer sus habilidades y conocimientos técnicos, y nutrirse de la trayectoria de otros emprendedores. En la última edición, se conformaron 80 duplas que trabajaron juntas durante doce meses, y que así se generaron nuevas alianzas y negocios entre ambos.

No hace falta tener mucho dinero para conseguir un mentor. Hay dos maneras de recibir mentoreo: a través de algún programa o de forma particular. En esta última opción, una especie de tutor (puede ser un profesional reconocido, un familiar con bastante experiencia o una persona destacada en su área) nos guía, nos muestra un abanico de soluciones para cada problema, nos contacta con las personas que pueden materializar nuestra idea o nos ayuda a crecer.

Animate al mentoreo. Así, tal vez algún día, vos puedas guiar a otra persona que da sus primeros pasos.

 

Para los más jóvenes

Si tenés entre 15 y 25 años y querés desafiarte a vos mismo, plantearte objetivos concretos y cumplirlos, podés hacerlo acompañado de un mentor”, propone el programa Mentoreo, acá estamos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

¿En qué consiste? Durante diez meses, un mentor voluntario pondrá a disposición los recursos del Estado y trabajará a la par del aprendiz para que cada joven se convierta en el arquitecto de su propio futuro. Para informes e inscripción: www.desarrollosocial.gob.ar/soyjoven

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