Les pedimos a nuestros expertos en ahorro que recordaran sus experiencias en los actos escolares, y esto es lo que nos respondieron.
“Rueda la carreta, traca traca tra. Va por los caminos hacia Tucumán, no puede ir de prisa, traca traca tra… Los bueyes cansados no quieren andar… Apuren el paso, queremos llegar, hay fiesta en las calles allá en Tucumán…”. El día del acto me lo olvidé completamente, pero hoy, casi 25 años después… ¡¡¡me lo sé de memoria!!!
Angie
“Cuando niña era súper tímida, pero siempre participaba en los actos. Era mi forma de ser otra persona, desinhibirme, escapar de la realidad y ser feliz”.
Mariana Marisol Martínez
“Me encantaba actuar siempre en el colegio, tanto en la primaria como en la secundaria. Recuerdo que con mis compañeras de la secundaria preparamos un número especial con señas de sordomudo. Fue muy emocionante. Son momentos únicos y maravillosos que viví en mi infancia”.
Romina Bellydance Leone
“Mi iniciación fue muy mala. Actué de lago… Había que cortarle el canesú a un camisón celeste y ponerle elástico en ambos extremos. Luego, envolverse y hacerse chiquita, una detrás de otra, y de ese modo se conformaba el lago. ¡Un protagónico bárbaro!”
Majo Cantero
“Amaba estar en el escenario. Lucir cada disfraz hecho por mi mamá con todo el amor del mundo, como hoy los hago yo a mis niños. Hermosos recuerdos”
Cristina Lezcano
“Me hubiera gustado actuar, ¡pero era muy, muy, muy tímida! La única vez que me animé éramos todo el grado, séptimo… Cantamos “Luna tucumana” y “El arriero”. Yo me escabullí por el fondo, pero estaba muy emocionada, me sentí una estrella”.
Nélida Silvia Giannetto
“Quería aparecer en todos los actos porque me fascinaba, pero me ponían poco. Siempre las mismas”.
Élida Baez