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Muchas mujeres muestran que se puede compatibilizar maternidad con proyectos laborales.

Madres emprendedoras

Muchas mujeres muestran que se puede compatibilizar maternidad con proyectos laborales.

Cuidar a los hijos, atender los quehaceres domésticos, disfrutar de la vida social, cumplir con las obligaciones laborales… ¿Cómo lograr el equilibrio perfecto? En los últimos años, las mujeres han obtenido un rol preponderante en el mundo empresarial, ya sea por necesidad económica o por un deseo de independencia y superación personal. Ahora bien, ¿qué pasa cuando son madres? ¿Cómo congeniar los propios proyectos laborales con el cuidado de los hijos? Aunque muchas veces suene imposible, esto se puede lograr. Algunas mujeres eligen trabajar desde su casa, así sienten que pueden organizar mejor sus tiempos y espacio. “Después de tener a mi primera hija, volví a trabajar en relación de dependencia pero estuve un mes y renuncié. Pasar ocho horas en la oficina me estresaba, al punto de odiar eso que tanto me gustaba hacer”, relata Fabiana Jafif –relacionista pública–, que desde hace cuatro años decidió trabajar por su cuenta.

Creadora de De madre a madre –@demadreamadreblog, un blog que surgió a partir de la necesidad de “hacer catarsis” y compartir experiencias– la mamá de Olivia y Nina se convirtió en una gran mentora y referente del empoderamiento materno. Y si bien asegura que al principio fue difícil, advierte que la clave es aprender a pedir ayuda, delegar y organizarse. “Todas tenemos tiempo, lo importante es priorizar en qué lo gastamos”. La instagramer Mechi Lozada, creadora de Soy un Mix! (@soyunmix) y mamá de Agustín, Sofía e Isidro, es otro claro ejemplo de cómo un pasatiempo puede convertirse en nuestro trabajo. “Todo arrancó en un momento muy solitario de mi vida. Me había mudado a Edimburgo (mi marido era rugbier) y recuerdo que hacía cuanto curso se me cruzaba para entretenerme. El blog lo armé para compartir lo que emprendía, jamás imaginé que se convertiría en un trabajo. Hoy en día, pasan millones de personas por él”, cuenta la instagramer y dueña de La casa de Mechi, una marca que vende desde azulejos y mosaicos adhesivos hasta alfombras, además de dictar cursos online para emprendedores.



¿Cómo lidiar con la culpa?

Muchas veces, no encontrar un equilibrio entre nuestro trabajo y la maternidad hace que sintamos culpa. Culpa por ese tiempo que pasamos abocadas a nuestro proyecto y no les brindamos a nuestros hijos. “Al principio me dio mucho miedo. Tenía a mis hijos chiquitos y me daba culpa dejarlos. Empecé sola y, cuando no tenés en quién delegar, no hay horarios. Recuerdo que, mientras amamantaba, respondía mails”, confiesa Gisela, fundadora de Rueda que rueda (@ruedaquerueda_aprenderjugando), un emprendimiento de jardines rodantes y animaciones infantiles. En este sentido, Jafif asegura que lo mejor es priorizar nuestro tiempo de calidad con ellos por sobre la cantidad, porque al final del día van a recordar los momentos, no cuánto tiempo nos quedamos en casa.



Mamá vs. emprendedora: el equilibrio justo

*Establecé horarios: para poder concentrarte, delimitá un horario de trabajo: “De tal hora a tal hora, voy a responder mails”. Aprovechá esos momentos en que tu bebé duerme o los más grandes están en el colegio.
*Pedí ayuda: sacate el traje de mujer maravilla y pedí ayuda con los chicos. Recurrí a una abuela, una amiga o contratá una niñera, sin sentir culpa.
*Buscá un espacio de trabajo: puede ser un lugar puntual de tu casa, un bar o una oficina. Esto te ayudará a evitar distracciones y resolver tus tareas de forma exitosa.
*Delegá tareas: no podés ser madre, empresaria, contadora, community manager y mil cosas más a la vez. Hacé una lista de esas áreas que no son tu especialidad y buscá a la persona indicada para hacerlo.
*Valorá tu tiempo y a vos misma: No todo son los hijos y los negocios. También, debes dedicarles tiempo a tus hobbies, tu pareja y amigas. Porque como dice el dicho: “Madres felices: ¡hijos felices!”.

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