Queremos conocer más a nuestros lectores, entonces, como el verano ya está aquí, y con él, las tan ansiadas vacaciones, los consultamos sobre sus recuerdos más preciados:
“Nos sucedió en Claromecó… Íbamos caminando ya de regreso a la casa donde estábamos para buscar agua y algo de comer. Hacía mucho calor ese día. En el camino, mi nene más grande ve algo tirado y, cuando nos acercamos… ¡resultó ser un colibrí! Nunca había visto animalito más bello e indefenso. Se estaba muriendo.
Así que rápidamente empezamos a buscar cómo alimentarlo porque no podía hacerlo por sí mismo.
Así fue que debimos preparar un almíbar para hidratarlo porque estaba muy quietito. De a poquito, al acercarle el líquido, ¡fue probando hasta que luego sacaba su diminuta y larga lengüita una y otra vez!
Cuando pudo, comenzó a hacerlo desde la misma cucharita, y buscamos ramas para que pudiera posarse. Ya a las horas, era otro.
Para que pudiera descansar, leímos que debíamos ponerlo al oscuro, porque si no, no iba a dejar de alimentarse continuamente. Pusimos varias ramas en un armario y le oscurecimos el ambiente. A la mañana siguiente estaba casi recuperado, pero faltaba la instancia final… Volver a su hábitat.
Lo alimentamos nuevamente y lo llevamos afuera… Enseguida comenzó a revolotear y fue a un árbol y luego a otro, pero ya con mucha energía. Dicen que es muy dificil recuperarlos cuando caen… pero ahí estuvimos en el momento justo para rescatarlo. El significado de la aparición de un colibrí es muy bello. Y es el día de hoy que mis tres hijos, cuando ven un colibrí… ¡¡lo recuerdan y se sienten héroes!! ¡Sin duda, lo más lindo de esas vacaciones!” .
Noelia Jimena Roth
“El último viaje a Ecuador, Cuenca… allí, cuando mis hijos disfrutaron a su abuela paterna, tía, tío y resto de la familia. Generaron muchos bellos momentos/recuerdos para el resto de sus vidas.”
Karen Degue
“Subirme a un avión, con el terror que le tengo a volar y poder disfrutar del maravilloso viaje de mi vida con mi ‘familia grande’. Una experiencia que atesoraré en mi corazón hasta el último día de mi vida. ¡Río de Janeiro forever!”
María Del Carmen Ascul
“Fueron mis vacaciones soñadas. Mi ex, mi hijo y yo, más varios amigos, nos fuimos a Angra do Reis; un lugar y su gente alucinante. Fui a un hotel de buceadores, ya que todos los que fueron conmigo iban a bucear, lógico, menos yo. Ellos se iban tipo 9 y volvían a las 16. El hotel quedaba totalmente vacío, ya que era un hotel para buceadores, y yo, disfrutando la pileta o playa que quedaba pegada al hotel. Recuerdo esas vacaciones, cómo las difruté; totalmente. Descansé a pleno por no tener que atenderlos, y por la noche, cenábamos en el hotel. Nos armaban la mesa a 30 cm de la playa… Un agua cristalina, con sus hermosos peces boqueando pidiendo que les diéramos algo de comer. Esas fueron mis VACACIONES INOLVIDABLES.”
Rosi Rugela