En armonía

REGRESO A CLASES

El comienzo de la escuela es tan estresante que, en algunos casos, optan por dejar todo para lo último para ni acordarse del tema.

REGRESO A CLASES

¿Cómo evitar que sea traumático?

El comienzo de la escuela es tan estresante que, en algunos casos, optan por dejar todo para lo último para ni acordarse del tema.

Fueron 75 días, diez semanas y cinco días, 1800 horas o, para hacerlo más claro: el 20,55 por ciento de un año común, en que la única preocupación fue pensar: ¿y ahora qué hago? ¿A qué juego? ¿Adónde nos vamos? Sin horarios para levantarse (para muchos) ni para irse a dormir (para algunos). Y de repente, de un día para otro, esto se termina para transformarse en la rutina de los siguientes meses del año. Con horarios estrictos y –para los chicos que van todo el día o al turno mañana− madrugones, aun cuando a veces ni siquiera amaneció.

No hay dudas de que estamos frente a una situación que para cualquiera podría ser traumática, aun cuando tengamos la certeza de que, transcurridos los primeros días, la máquina comenzará a funcionar con la exactitud de un reloj. Pero ¿hay algo que podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a que el regreso a clases sea menos traumático?.

OPINIÓN DE EXPERTOS

Según los especialistas, no solo hay cosas para hacer, sino que, si las hacemos, lo resultados benefi ciarán tanto a los chicos como a los padres, para quienes el inicio de clases también resulta una situación estresante (hay que comprar los útiles, medir los guardapolvos o uniformes, y lo más difícil: armar el esquema diario de organización familiar).

“Algo que como padres podemos hacer antes del comienzo de clases es hablar con nuestros hijos y explicarles que, si bien todavía están de vacaciones, convendría repasar los temas aprendidos el año anterior. Es algo que se puede negociar con los chicos; si lo haremos todos los días durante un rato o día por medio. Pero deben entender que aprender no es magia y que requiere de un esfuerzo personal. De ninguna manera hay que enfocarlo como castigo, sino de manera relajada”, explicó la psicopedagoga Hebe Rosiano.

Algo que también recomienda la profesional es recordar situaciones agradables vividas al año anterior y armar algún encuentro con un compañerito.

Aunque pareciera casi imposible de lograr, la licenciada Rosiano hace un llamado de atención sobre los comentarios negativos: “Comentarios como ‘Otra vez hay que madrugar’ o ‘Qué desgracia que se terminan las vacaciones’ pueden ser percibidos como una carga negativa e influir en que el regreso a clases no sea tan armónico como deseamos. Aprender es algo positivo y es importante transmitírselo a nuestros hijos; es un privilegio tener acceso a la educación, y es bueno que los niños lo sepan”, agregó la psicopedagoga.

PLANIFICACIÓN: LA CLAVE DE TODO

Así como la mayoría de las familias que tuvieron la suerte de salir de vacaciones lo hicieron después de planificar los días de descanso, el regreso a clases también debería ser planificado. Esto es lo que opina la psicopedagoga Virginia Rodiño, que, durante muchos años, ejerció como docente de escuela primaria.

“El gran desafío para la mayoría es cómo afrontar esta etapa sin perder en pocos días el tan merecido y ganado bienestar que se logró durante las vacaciones. Una vez más, la clave será apelar, tal como se hizo previamente, a una cuidadosa planificación. Una buena organización puede ser una gran aliada para prolongar la sensación de bienestar y, a su vez, ir retomando las rutinas que facilitan la convivencia y el buen clima familiar”, expresó.

 

GUÍA PARA ARRANCAR EL AÑO ESCOLAR CON EL PIE DERECHO

La licenciada Virginia Rodiño compartió algunas claves que pueden ayudar a alcanzar el objetivo:

Cuidadores responsables: si los padres no estarán en casa, asegurarse de contar con un cuidador responsable. Es importante tener en cuenta que los hermanos mayores no siempre están preparados para afrontar esta responsabilidad, principalmente en caso de que surjan eventualidades.

✓ Horarios: a medida que el calendario escolar se acerca a su fecha de inicio, conviene ir haciendo ajustes progresivos. De modo que, cuando empiecen las clases, no sea tan violenta la transición, en especial a la hora de irse a dormir.

✓ Distribución de tareas y responsabilidades: es muy recomendable durante las vacaciones asignar a cada miembro de la familia una o más tareas en el hogar. Esto promueve la organización y el crecimiento individual, además de redistribuir los esfuerzos. Labores de limpieza, orden y reparación, entre otras cosas, ayudan, aún en vacaciones, a promover la responsabilidad y el esfuerzo, algo que es esencial en la vida escolar.

✓ Promover con alegría el inicio de las clases: en lugar de tomarlo como una carga y hacerlo en forma apurada, se sugiere a los padres preparar con tiempo y con los chicos los materiales, guardapolvos o uniformes con la que asistirán a la escuela, principalmente en la etapa de jardín de infantes y la primaria. A los niños los ilusiona elegir mochila, colaborar con sus padres para forrar los cuadernos, etiquetar los materiales. Es bueno transmitir esta alegría a los hijos y disfrutar de estos momentos, para evitar que estas tareas se vuelvan tediosas.

✓ Conservar espacios de gratificación conjunta: si bien los adultos también deben retomar sus responsabilidades habituales, es aconsejable no olvidarse de que aún se puede disfrutar de una salida familiar, de una caminata nocturna, de una zambullida en la pileta, comer una picadita en el balcón o en el patio. Que comiencen las clases y volvamos al trabajo no tiene que significar abandonar los espacios compartidos que nos gustan y gratifican. Al mismo tiempo, sentiremos que estamos extendiendo las vacaciones, aunque sea de a ratitos.

 

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