Las hojas del calendario ya se nos esfumaron y hay que comenzar a pensar en la cena de Navidad y Año Nuevo. Aunque la idea recurrente cada año sea la de tirar la casa por la ventana, no hace falta que en ese revoleo se vaya todo nuestro dinero.
Es importante saber que podemos ser grandes anfitriones sin gastar de más y sin dejar de invitar a amigos y familiares.
La clave es dejar atrás aquellas tradiciones gastronómicas que nada tienen que ver con nuestra cultura o con las altas temperaturas que debemos afrontar a la hora de sentarnos a comer, y encarar una nueva forma de vivir las fiestas de fin de año.
Lo primero de todo es tener en claro con qué presupuesto contamos, qué cantidad de invitados tendremos, qué menú queremos servir y ajustarnos a él. Si no, nuestro dinero se pulverizará inmediatamente.
Es imprescindible cocinar como si fuera una cena normal, es decir, un plato principal y algunas opciones de acompañamiento. Si esto no ocurre y la oferta en la mesa es desmedida, inevitablemente se terminará desperdiciando comida.
Lista en mano, optar por alimentos frescos y de estación, que resultarán más económicos en comparación con las opciones tradicionales. Por ejemplo, se puede optar por el pollo o la pavita. Ambos pueden servirse fríos y con guarniciones de vegetales de estación. De este modo se contará con un colorido y buen plato principal. El secreto está en la receta que se utilice y en sus acompañamientos.
También podemos recurrir a ese stockeo que durante todo el año aconsejamos hacer desde estas páginas y que incluía enlatados, legumbres, bebidas y congelados, entre otros.
De ese acopio podemos rescatar pescados y mariscos que, acompañados por distintas salsas, aporten variedad de sabores a una comida poco tradicional para un festejo navideño.
A la hora de los dulces, no se puede esquivar la tradición, y se impone disfrutar de un rico pan dulce con frutas y almendras o de un turrón crujiente Marca DIA. También se pueden agregar algunas brochetes de frutas, que aporten el toque fresco al postre.
Para el brindis, no siempre es indispensable poner el mejor espumante, no todos son adeptos a esta bebida. Por el mismo valor, se puede armar una mesa de cócteles frutales o aperitivos, para seguir la noche sin un consumo excesivo de alcohol.
Con todos estos consejos, la cena está asegurada. Pero lo que garantiza una buena velada es contar con los verdaderos afectos cerca.
¡Felices Fiestas para las expertas!.
*Periodista, especialista en economía y negocios. Trabaja en Bigbangnews, La Nación, El Cronista Comercial, Apertura y Alzas y Bajas, entre otros.