Especialistas nos cuentan cómo debemos cuidarnos cuando tomamos  la decisión de no tener más hijos

Algunos prefieren postergar la maternidad y la paternidad. Otros saben que no quieren tener más hijos. Para cada caso existen opciones. “Los métodos anticonceptivos son aquellos capaces de evitar o de reducir las posibilidades de que una persona quede embarazada. Pueden utilizarse desde la primera relación sexual y durante toda la vida fértil”, explica la ginecóloga Belén Provenzano Castro.

MÉTODOS FEMENINOS

Pastillas combinadas. Se trata de anticonceptivos orales que se componen de progestágenos y estrógeno, y cumplen la función de impedir la ovulación. Algunas se toman durante 21 días, y otras, 28.

Pastillas de una sola hormona. Son derivadas de los progestágenos y modifican el moco del cuello uterino para impedir que suban los espermatozoides. Se indican en mujeres que amamantan de forma exclusiva. Se debe tomar todos los días a la misma hora, y cuando se termina la caja, empezar otra.

Anticonceptivos inyectables. Algunas inyecciones se colocan una vez al mes y otras cada tres meses. La inyección suprime la ovulación y también aumenta la densidad de la mucosa cervical para impedir que los espermatozoides lleguen al óvulo.

Dispositivo Intrauterino (DIU). Es un dispositivo que el médico coloca en el útero. Algunos de ellos están medicados con cobre y otros con hormonas derivadas de los progestágenos. ¿Cómo funciona? El de cobre altera el moco cervical y lo vuelve hostil a los espermatozoides. También inhibe la motilidad espermática y así impide que los espermatozoides lleguen hasta las trompas, donde se alojan los óvulos. El DIU liberador de hormonas produce cambios en el moco cervical y además evita la proliferación del endometrio. Eso hace que los espermatozoides no puedan fecundar al óvulo. Al evitar la proliferación del endometrio, con el tiempo se deja de menstruar. La mayoría de las mujeres con capacidad de gestar pueden utilizar el DIU, incluso adolescentes y quienes no han tenido hijos. Duran entre cinco y diez años, dependiendo del modelo, y los retira el médico cuando el paciente lo requiera.

Es importante recurrir a una consulta con un especialista para que pueda guiarnos en nuestra decisión.

Anticoncepción de emergencia. Es la pastilla del día después. “Si una persona tuvo relaciones sexuales sin protección o si falló el método que estaba utilizando, puede tomar esta pastilla para disminuir el riesgo de que haya un embarazo”, aclara Provenzano Castro. No se recomienda como anticonceptivo habitual, pero es necesario usarla en caso de emergencia. Es de entrega gratuita en hospitales y centros de salud y debe ser cubierta por las obras sociales y prepagas.

Implante subdérmico. Con anestesia local, el médico coloca debajo de la piel del brazo una varilla pequeña, fina y flexible. El implante libera progestágeno e impide la ovulación. Dura aproximadamente tres años.

Parches. El parche libera hormonas (estrógeno y progestina) para evitar el embarazo. Se puede colocar sobre la piel seca de las nalgas, el abdomen o el brazo y tiene una duración de 7 días. Se debe colocar uno por semana y se descansa en la cuarta.

Anillo vaginal. Es un anillo blando y flexible que se coloca en la vagina una vez por semana. En la cuarta semana se descansa. El anillo libera hormonas de manera local para prevenir un embarazo.

MÉTODOS MASCULINOS

Preservativo. Aunque sirve para evitar el embarazo, ésta no es su única funcionalidad. “Es importante utilizarlo durante toda la vida sexual activa del hombre –siempre que tenga relaciones ocasionales– aunque la mujer no tenga posibilidades de quedar embarazada, por su función de barrera para enfermedades de transmisión sexual (ETS)”, dice Provenzano Castro.

MÉTODOS PERMANENTES

Cuando no tener hijos es una decisión tomada y definitiva, la ligadura tubaria o la vasectomía son excelentes métodos. “Aunque se los considera permanentes, si existiera la voluntad de tener hijos se puede recurrir a tratamientos de fertilidad”, explica Provenzano Castro.

Vasectomía. Se trata de un método anticonceptivo irreversible que se realiza a través de una cirugía ambulatoria que dura aproximadamente 10 minutos. “El urólogo efectúa una o dos incisiones milimétricas, corta el conducto deferente, lo separa, electrocoagula los cabos y los liga”, explica el urólogo Jonathan Finkelstein en una charla Ted sobre el tema. Es importante aclarar que esta cirugía no afecta la eyaculación ni la erección; no cambia el placer sexual ni afecta el orgasmo, y los testículos siguen fabricando espermatozoides. La única diferencia será que el semen no los contendrá. Mediante un espermograma se chequea su efectividad. Si no se registran espermatozoides, el procedimiento se considera exitoso. “Al ser un método definitivo, aquel que tenga dudas puede recurrir a la criopreservación de espermatozoides. También está la posibilidad de hacer una biopsia de testículo para recuperar espermatozoides desde allí, y utilizarlos en un tratamiento”, dice Finkelstein. La vasectomía comienza a ser efectiva luego de los tres meses de realizada, o luego de las 20 eyaculaciones. Mientras tanto, se debe utilizar otro método anticonceptivo.

Ligadura tubaria. También conocida como “ligadura de trompas”. Se trata de una cirugía de aproximadamente 30 minutos de duración en la que el ginecólogo cauteriza las trompas, las sella con un pequeño anillo o las extirpa quirúrgicamente. Esta cirugía puede hacerse a continuación de una cesárea, luego del nacimiento del bebé, o a través de una laparoscopía. Aunque se considera permanente, en algunos casos puede revertirse. El objetivo es sellar las trompas de Falopio para evitar que los óvulos se transporten al útero.